Lámparas suspendidas: dónde y cuándo colocarlas

 

Las lámparas suspendidas, es decir, aquellas que cuelgan del techo, tienen un alto valor estético además de funcional. En este post te contamos cómo y cuándo utilizarlas.

Via Kalon

Obviamente, se pueden utilizar siempre que se quiera, pero en nuestros proyectos preferimos no abusar de las lámparas suspendidas para que no recarguen y no pierdan su magia a base de la repetición. Menos es más.

Pero antes de hablar sobre cuándo y cómo elegir una lámpara descolgada para casa, vamos a clasificarlas en dos grandes grupos (existen muchos tipos, pero para facilitar las explicaciones, los resumiremos en solo dos):

  • Lámparas suspendidas lineales: aquellas que, como su nombre indica, tienen forma lineal. Aunque podemos englobar en esta categoría cualquier lámpara más larga que alta, nos referimos sobre todo a aquellas alargadas y estrechas (nuestras preferidas) como esta, o bien a las compuestas por una sucesión, en línea, de pequeños focos unidos entre sí como esta.

  • Lámparas suspendidas puntuales: son las que concentran la luz en un único punto, en lugar de a lo largo de una línea. Son mucho más flexibles y fáciles de utilizar que las anteriores, y podemos encontrarlas de cualquier forma y tamaño, como esta cilíndrica o esta en forma de globo.

Cuándo elegir una lámpara suspendida puntual

Via Waterfrom Design

Las lámparas suspendidas con luz puntual son perfectas tanto para crear un conjunto con un mueble debajo, como para generar un rincón (imitando la función de una lámpara de mesa). Son muy fáciles de integrar en la decoración de una casa porque existen múltiples opciones entre las que elegir, por lo que sería imposible no encontrar el modelo perfecto.

Estas son nuestras formas favoritas de utilizarlas:

  • Sobre una mesa de comedor circular o cuadrada, para potenciar la forma de la mesa y la sensación de conjunto. Para este caso concreto nos encantan las que tienen forma de globo, como esta (que hemos recomendado mil veces) o esta otra, más pequeña.

  • Sobre una mesa rectangular siempre y cuando no sea demasiado alargada, para que la lámpara no se perciba pequeña e ilumine de manera uniforme toda la longitud de la mesa.

  • En las mesillas de noche, como alternativa a las lámparas de mesa o pared. Este recurso lo utilizamos en dormitorios sencillos en los que, con el simple hecho de incluir lámparas descolgadas a ambos lados de la cama, el espacio se carga de intención y no se percibe tan vacío. Para ello, nos gusta optar por modelos cilíndricos en los que la bombilla queda oculta y no deslumbra, como este o este modelo, ambos de madera.

  • Como lámpara de apoyo a un lado de un sofá, utilizando el mismo recurso que en el dormitorio, es decir, sustituyendo a una lámpara de mesa o de pie, bien porque no tenemos mucho espacio, bien porque necesitamos liberar la mesa. Este modelo siempre estará entre nuestros favoritos.

  • En grupo sobre un elemento alargado como una mesa rectangular o una isla de cocina, en caso de que queramos evitar una lámpara lineal, aunque no se trata de una solución a la que solemos recurrir.

  • En el hueco de una escalera, cuando este es muy grande, una lámpara descolgada es una solución muy práctica porque nos permite añadir luz en cada planta de manera homogénea. En uno de nuestros últimos proyectos esta fue la lámpara que elegimos para la escalera: sencilla, pero lo suficientemente grande como para llenar el espacio e iluminar.


SELECCIÓN HIMERA


Cuándo elegir una lámpara suspendida lineal

Via Mesura

A diferencia de las puntuales, las lámparas de techo lineales son menos versátiles porque requieren, al menos bajo nuestro punto de vista, iluminar algo con una forma similar, es decir, alargada. Eso las convierte en piezas especiales, que no siempre pueden elegirse pero que, cuando encajan, se vuelven el centro de atención. No porque su volumen sea excesivo, o sus formas excéntricas, sino más bien por su tamaño y proporción. Como dijimos al principio del post, nuestras favoritas son las más minimalistas: cuánto más estrechas y alargadas, mejor. Porque de esta forma se intensifica todavía más su diseño, sencillo pero rotundo. A continuación, las situaciones en la que nos gusta utilizarlas:

  • Sobre una mesa alargada, tanto rectangular como ovalada, porque se trata de la forma más eficiente de iluminarla y porque el conjunto de mesa alargada con lámpara alargada no nos puede gustar más :)

  • Sobre una isla de cocina, siempre y cuando no tengamos extractor de humos encima, con un efecto muy similar al de la mesa alargada.

  • Sobre una zona de trabajo, porque los escritorios suelen ser alargados, aunque esta es una situación más común en oficinas que en viviendas.


SELECCIÓN HIMERA


Cuándo evitar una lámpara suspendida

Via Aurelie Lecuyer

Las lámparas suspendidas son bonitas y ayudan a decorar cualquier espacio, pero en Himera intentamos ser cautos con su uso. Consideramos que es mejor utilizarlas en menor cantidad para que no recarguen, por lo que siempre intentamos evitar que haya más de una en una misma estancia.

Además, solo las utilizamos para hacer conjunto con algo específico, ya sea una mesa o el hueco de una escalera, pero nunca aisladas en el centro de una habitación, como se hacía antes. Si en la vivienda no existe falso techo, preferimos optar por lámparas de superficie, adosadas al techo, antes que descolgadas, pues de forma aislada pierden fuerza y carácter.

Por otra parte, una lámpara suspendida es más bonita cuanto más separa del techo, por lo que cuando te plantees colgar las tuyas, busca siempre un equilibrio entre la distancia a la superficie que va a iluminar y al techo, de forma que se perciba sustancialmente más cerca del objeto, por ejemplo de una mesa, que del techo. Las lámparas descolgadas cerca del techo parece que están cojas.

Para terminar, es importante pensar no solo en la estética sino también en la función de la lámpara. Antes de instalarla, estudia cuál es la mejor ubicación para que no interrumpa una zona de paso, que no se encuentre un lugar propenso a los golpes o cerca de una puerta o ventana que golpee contra ella. Se trata de pequeñas cosas que a veces pasamos por alto pero pueden interferir en nuestro día a día de manera negativa.

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