Un espacio cálido con materiales industriales

 

Cuando te enfrentas a un espacio concebido a primeros del siglo XX, a veces te encuentras con regalos como este: 4'80 metros de altura libre. Y si además viene de serie con ventanales que se abren a un patio estás de enhorabuena, porque no era un regalo sino un pedazo de paraíso en pleno Ámsterdam.

¿Qué nos gusta de este espacio? Que todos los materiales tienen como fin aumentar esa sensación de amplitud que ya venía con la escuela. Porque sí, el edificio antes era una escuela urbana y el patio del que hablábamos, la zona de recreo. Empezando por los suelos, destacar el uso de pintura de resinas epoxi. ¿Que qué es esto? Son las mismas pinturas que se utilizan en garajes. Están pensadas para usos muy abrasivos del suelo por lo que que en una casa nos aseguraremos un suelo bonito como el primer día, de por vida. En el ejemplo que os traemos hoy liga perfectamente con el aire industrial del conjunto. Ni qué decir del color, ¡precioso!

Hay maderas y maderas. Las de contrachapado son maderas industriales que se consiguen pegando varios tableros -o chapas- unos contra otros. Es una madera barata que históricamente se ha utilizado para cajas de embalajes y usos similares, siempre muy ligados a la industria. Sin embargo, últimamente y cada vez más, es frecuente encontrarlo en elementos de mobiliario: encimeras, estanterías o como en el ejemplo que hoy nos ocupa, en los muebles de todas las estancias principales. Simplemente con barnices mate se consigue que esa madera barata y blanda luzca como la mejor madera tropical. A nosotros el canto de estos tableros nos tiene enamorados.

El principal elemento de cerrajería de este proyecto es la barandilla de la zona de estudio que descansa sobre el estar principal. Se entiende a la perfección con los tintes fabriles que aún tiene el espacio pero a nuestro gusto, reproduce de forma demasiado literal aquellas barandillas negras de remaches vistos que estaban en todas las fábricas y cadenas de montaje de principios de siglo.

Como en otras ocasiones, nos encanta que el espacio sea el protagonista. Que la decoración sea un buen actor de reparto que haga trabajar al primero pero sin quitarle el papel principal. Existen detalles como las patas metálicas de las archiconocidas sillas DSW de los Eames que encajan a la perfección con los soportes más clásicos de la mesa. Y sobre todo verde. Aparecen un montón de plantas que de alguna manera introducen el patio en el interior. Además ese color encaja a la perfección con los tonos neutros y claros que tiene la casa.

Para acabar, hay que mencionar la puerta de acceso a la vivienda... ¡una puerta termal! Son puertas y ventanas divididas en tres partes -luces- con forma de arco en la parte superior, de proporciones muy alargadas. Es muy bonito el contraste entre el cuerpo central y opaco de la puerta, con el resto de particiones de vidrio que dejan intuir el gran trabajo que hay detrás.

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Imágenes vía Gessato


 
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