El mueble definitivo con el que debes amueblar tu salón

 

Este post ha sido actualizado en 2020.

Seguro que en alguna ocasión te has enfrentado a las paredes vacías de tu salón. Habrás pensado dónde colocar el sofá, qué pared utilizar para colgar tus cuadros favoritos o qué rincón sería el idóneo para situar una mesa. Pero casi siempre, todo lo anterior dependía de una decisión que ya tenías tomada: la posición de “el mueble de la televisión”.

El post de hoy no tratará sobre averiguar cuál es la pared perfecta para ese mueble (para eso ya tenemos nuestros Consultorios). Cada casa es un mundo y el espacio de cada salón queda definido por infinitud de cosas: desde la entrada al mismo, las ventanas (o balcones) o el resto de estancias a las que se accede o no desde él. Hoy te vamos a mostrar un tipo de mueble que, por su sencillez y su gran capacidad de personalización, se va a convertir en el mueble definitivo para sacar lo mejor de cada salón.

Lejos quedan las composiciones que se vendían en tiendas de mobiliario y grandes superficies. Existían múltiples acabados, colores y módulos de todo tipo. Parecía que cuantos más módulos tuviera el mueble y más especializados fueran estos, mejor. Para platos, vasos, y manteles. Para libros, álbumes de fotos y reproductores de todo tipo. Y por si fuera poco, también existía la mesa de comedor, la composición de la entrada o la “mesita de centro” a juego. Ahora que lo pensamos igual no queda tan lejos...

Sin embargo, nos gustaría enseñarte que existe otra opción para tu mueble. Ni mejor, ni peor. Defendemos que cada uno debe conseguir para sí el salón más bonito del mundo, un salón del que se sienta orgulloso de enseñar a sus amigos. Y hoy queremos contarte otra forma de conseguirlo.

Si nos lees a menudo sabrás que en Himera nos gustan las cosas sencillas y “nuestro mueble definitivo para el salón” no iba a ser menos:

  1. Debe ser un mueble bajo. De esta manera todo lo que coloquemos encima, ya sea una televisión o nuestro cuadro favorito, quedará por debajo de la altura de nuestros ojos -algo muy aconsejable ya que ayuda a acomodar la posición de nuestro cuerpo-. ¿Acaso os resulta agradable ese dolor de cuello cuando termina la película que acabáis de ver desde las primeras filas del cine?

  2. ... y alargado. Estamos de acuerdo en que no todos los salones disponen de espacio para colocar un mueble largo. No pasa nada, lo que nos gusta es que se asemeje a la longitud de la pared que tiene detrás. Entender el mueble como un elemento más propio del espacio que de la decoración. Os gustará la sensación de subrayar todo lo que coloquéis encima de él.

Analizamos a continuación las principales decisiones que tendrás que tomar para conseguir el mueble perfecto:

Mueble de TV comprado vs hecho a medida

El tipo de mueble del que os estamos hablando se puede conseguir fácilmente en IKEA, tan solo hace falta conocer el truco: El gigante sueco tiene entre sus filas la serie Besta, que se asemeja mucho a esas composiciones de las que os hablábamos antes. Sin embargo, vende dos estantes con puertas (como ellos los llaman) de diferentes alturas. La medida final de nuestro mueble la conseguiremos por la suma de varias unidades. La otra opción es realizar el mueble a medida. Esto es algo que queremos poner en valor. Primero eliminar la falsa creencia de que algo hecho a medida va a ser mucho más caro y segundo, que si nuestra idea es la de conseguir un mueble que se adapte al espacio entre dos paredes, realizarlo a medida gana por goleada al conjunto sueco. De cualquier manera, ambas opciones son igual de válidas y dependerá del bolsillo y la prisa de cada uno.

Mueble de TV alto vs bajo

Decir alto o bajo es algo muy relativo pero vamos a acotarlo. Para nosotros “bajo” va a ser un mueble de unos 38-40 cm. Por el otro lado, un mueble alto será aquel que se acerque hasta los 60 cm. Y decimos “hasta” porque un mueble de más de 60 cm no puede convertirse en nuestro “mueble definitivo para el salón”. La opción “alta” la recomendamos solo para aquellos salones que en los que se pueda conseguir una longitud de más de 3 metros. Nosotros casi siempre nos decantamos por muebles bajos ya que invaden menos espacio visualmente y consiguen una escala más agradable.

Mueble de TV apoyado en el suelo vs colgado

La primera opción funciona muy bien con suelos en buen estado y nivelados. Por contra debemos tener cuidado a la hora de limpiar el suelo y prestar atención para evitar posibles arañazos. La segunda opción no es tan cómoda como la primera a la hora de la instalación. Conseguir que el mueble esté horizontal cuando lo colguemos requerirá algo de tiempo y paciencia. Ademas, hemos de recordar que el peso de este tipo de muebles nos obligará a elegir un sistema adecuado para sujetarlo a las paredes. Para ello, nuestra recomendación son los anclajes planos de placas. Existe una tercera opción que sería colocarlo sobre patas. Existen muchos modelos, su instalación es muy sencilla y nos ofrece las ventajas de conseguir un mueble elevado sin necesidad de anclarlo a la pared. Lo importante es tener claro qué carácter queremos lograr en nuestro salón y ser coherentes a la hora de elegir una u otra opción. Sin embargo, nosotros preferimos ser cuidadosos y decantarnos por la opción apoyada en el suelo.

Mueble de TV abierto vs cerrado

El que nuestro mueble tenga puertas o no dependerá en gran medida del fin que le queramos dar. Puede quedar igual de bonita una encimera exenta con apoyos metálicos que reserve el espacio inferior para colocar por ejemplo libros, o un mueble cerrado con puertas que escondan el desastre que tenemos dentro. La opción de mueble cerrado seguramente sea más funcional que la abierta, aunque esta última aporta una ligereza visual muy agradable para los salones más reducidos. Lo que NUNCA aconsejamos es combinar ambas en la misma pared. Eso-no-se-puede-hacer-en-casa.

Mueble de TV blanco vs blanco

Elige uno. En este punto preferimos no meternos. “Para gustos los colores”. Así que dejamos a tu elección aquel que más te guste. 

Al principio del post hablábamos de una gran capacidad de personalización en este tipo de muebles. El elemento más representativo, sin duda, es la encimera. Es el elemento que nos va a aportar el color y el acabado principal del mueble. Existe una gran variedad de materiales aptos para todos los bolsillos y espacios. Por eso bromeábamos con el color blanco. Que el cuerpo principal del mueble sea de ese color nos permitirá decantarnos por cualquiera de las siguientes opciones asegurándonos que el resultado final será de diez. Te contamos algunas de nuestras favoritas:


Encimeras de madera natural

Nos encantan. Aportan calidez y difícilmente nos cansaremos de un material como la madera. Las únicas recomendaciones que debemos tener en cuenta son, por un lado, el grosor de la misma, nunca menos de 19 mm   -siendo lo más aconsejable los tableros de 30 mm de grosor- y, por otro, no elegir una encimera de una madera diferente a la que tengas en suelo. Últimamente nos gustan mucho los tableros de contrachapado... 

Encimeras de color blanco

Ya sabes lo que opinamos. La mejor opción son los tableros melaminizados, reservando el punto de color para los cantos. Existen infinitud de cantos por lo que te resultará casi imposible no decidirte por alguno de ellos. Los de chapa de madera natural, los más bonitos. Puedes echar un ojo en la web de Cantisa y encontrar el tuyo.

Encimeras de mármol

Vale, lo R€CONOC€MO$, el mármol se ha vuelto a poner de moda. Pero si no te importa gastar dinero, y quieres dar un toque especial en tu salón, una encimera de mármol convertirá el mueble en un objeto casi de lujo. El carácter que aporta esta roca es indudable y además estarás a la última. Ni decir tiene que tus hijos y los hijos de tus hijos tendrán encimera para mucho, mucho, tiempo. Nuestro mármol favorito: el Carrara.

Encimeras de vidrio

Otra opción muy recomendable si lo que buscas es una superficie duradera. El único consejo que te daremos es que el vidrio esté lacado en algún color (ejem, ejem...) por la cara inferior. De esta manera no verás las juntas del mueble. Lo bonito del vidrio son los reflejos, por lo que si además tienes cerca una ventana, verás cómo el reflejo de la luz aporta un toque sofisticado y elegante al conjunto.

Para ir acabando, nos gustaría enseñarte una web sueca, Superfront, dónde encontrarás múltiples tiradores para las puertas (aunque nuestro sistema de apertura favorito sea tipo push, reconocemos que tienen un modelo de piel precioso), patas e incluso acabados con diferentes texturas para las puertas. Sobre esto último no nos preguntes porque ya te imaginas cual será nuestra simple, sencilla e inmaculada respuesta :)

Y para ti, ¿cuál es la combinación ganadora? Estamos deseando leer vuestros comentarios. ¡Que pases un feliz martes y hasta la semana que viene!

H

Imágenes vía Pinterest


 
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