Pinceladas históricas en una reforma actual
Inauguramos blog con este increíble piso en Lisboa, resultado de una reforma integral en un edificio del siglo XIX. Lo primero que captó nuestra atención fueron los altísimos techos blancos repletos de molduras (que después descubrimos, eran originales) y el imponente suelo de pino. ¿Quieres descubrirlo?
Las puertas dobles, restauradas y pintadas de blanco, multiplican el espacio cuando están abiertas. El detalle del cuerpo superior de vidrio ¡apetece copiarlo! (al igual que el enorme rodapié).
En cuanto a la decoración, tenemos claro que, casi siempre, menos es más. En esta casa, los arquitectos centran su atención en los materiales originales, que funcionan como un mueble más dentro del conjunto. Apenas vemos cuadros colgados en las paredes, competirían con los ventanales y sus contras de madera.
Los vestidores se ubican en el área central del espacio, donde llega menos luz, convirtiéndose, por su tamaño, en una estancia más.
Para vestir un baño es suficiente con seleccionar un mármol original (como, por ejemplo, el mármol rosa portugués) y así dar carácter a la estancia, repitiéndose en encimeras, ducha... Y las mismas luminarias que ya vimos en pasillos!
La cocina emite todavía ese aire colonial que, en otro siglo, debió desprender. Los azulejos tan repetidos en Lisboa (tanto en interiores como en exteriores) son los originales de la vivienda, que se integran con el diseño actual de la misma. Además, el suelo de madera natural se repite en absolutamente toda la casa, incluidos baños y cocina, algo que nos encanta.
En definitiva, no podríamos habernos estrenado mejor, ¿verdad? No resultaría nada difícil acostumbrarse a vivir aquí... ¡Esperamos que hayas disfrutado de esta primera casa tanto como nosotros!
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Imágenes vía RAR Studio