Los 5 trucos que nadie te cuenta cuando reformas un baño
Este post ha sido actualizado en 2020.
Puede que alguna vez te hayas preguntado por dónde empezar a la hora de reformar un baño. Sí, son muchas las decisiones que tienes que tomar pero hoy te damos unos sencillos consejos que se suelen pasar por alto y que marcan la diferencia.
01 Qué hacer con los suelos del baño
Cuando pensamos en un baño, lo primero que nos preguntamos, además de cómo debe ser la distribución (lo más importante) es qué hacer con el suelo.
Supongo que pensarás “qué pregunta más tonta, baldosas y punto”. Bueno, pues a nosotros nos dan un poco de respeto. Te contamos por qué: los baños son los lugares más húmedos de la casa y por ello se revisten con materiales que no puedan absorber el agua y así no se estropeen, pero ¿alguien pensó alguna vez en la junta que dejan las piezas de cerámica entre ellas? Nosotros estamos cansados de ver casas (sobre todo de alquiler) en las que esas juntas, a base de acumulación de agua y demás basura que no describiremos, se vuelven negras. Créenos, el aspecto que da eso a un baño es de todo menos sano.
La mejor solución a este problema la encontramos en suelos continuos como el microcemento (nuestro preferido en espacios pequeños), el linóleo o el PVC. Son materiales más caros, pero como los baños suelen tener poca superficie, a la larga merece la pena la inversión. Si aun así no quieres renunciar a las baldosas, te recomendamos que optes por las de gres porcelánico con junta rectificada.
02 Qué hacer con las paredes del baño
Aquí seremos algo más permisivos con los azulejos (aunque también nos gustaría que revistieras tus paredes de microcemento, pues las vuelve impermeables, tal y como hicimos en las duchas de la casa N4).
Existen infinitos diseños de piezas cerámicas donde elegir, pero nuestra recomendación es que optes por aquellos más sencillos, de un único color –preferiblemente blanco- y no de gran tamaño, pues los azulejos pequeños se adaptan mejor a los distintos recovecos que pueda tener tu baño -y, por qué no decirlo, quedan mejor-. De esta forma conseguiremos utilizar pocas piezas partidas (alguna es inevitable…).
Otro buen truco es no llegar con el azulejo hasta el techo, huyendo así del “efecto hospital” que, sobre todo en baños pequeños, puede resultar agobiante. Colocarlos hasta una altura de 1’20 metros y a partir de ahí pintar con una buena pintura plástica es muy buena opción (a excepción de la ducha, claro, donde no nos queda otra que llegar hasta el techo con el revestimiento cerámico).
Si en el punto anterior no pudimos convencerte de no usar baldosas en el suelo, te pedimos un pequeño favor: “haz que coincida la junta de las piezas del suelo con la de las paredes”. Basta con utilizar la misma pieza tanto en las superficies horizontales como en las verticales. Esto parece una tontería, pero te aseguramos que el resultado final es mucho más limpio. ¡Haznos caso!
03 ¿Y con el espejo?
El espejo es un buen aliado para engañar a la vista y que nuestros baños, gracias a él, multipliquen su tamaño. Para ello deberás elegir espejos enrasados en la pared, sin marco, cuanto mayores mejor ¡Parece que poco a poco estamos construyendo un baño increíble!
04 La duda de siempre: ducha o bañera
Para nosotros, la ducha es fundamental. Procuramos no prescindir de ella jamás, sobre todo en baños pequeños. Y para baños grandes, si el espacio nos lo permite, ambas: ducha y bañera en habitáculos independientes. Eso sí, la mampara de la ducha de vidrio, siempre sin perfilería de aluminio. Es, al igual que las juntas del suelo, un foco de suciedad insalvable. Además, el vidrio queda mucho mejor así, sin más. Sin marcos, ni puertas, ni guías en el suelo con las que tropezarse. Como ves, siempre apostamos por la sencillez y la limpieza. En un baño hay que buscar siempre la funcionalidad (que, junto con los buenos acabados, forma un tándem de 10).
TIP: Si eliges microcemento como material para el suelo de tu baño, puedes hacer que tenga continuidad con el espacio de ducha, que el suelo de esta tenga el mismo acabado, y prescindir así del plato.
05 Por último, qué hacer con la iluminación del baño
Como ya sabrás, la iluminación de un baño es muy importante. Lo ideal es iluminar por zonas en lugar de utilizar un punto de luz central que bañe todo el espacio. En general: focos puntuales sobre el lavabo y otro sobre la ducha. Si las dimensiones de tu baño no son muy grandes, con esto será suficiente. Eso sí, busca focos empotrados en el techo, a poder ser estancos para que no se estropeen con la humedad (en especial el que sitúes sobre la ducha).
A continuación dejamos algunos ejemplos que demuestran que los tips que os hemos contado son efectivos. Dinos qué te parecen y si ya habías tenido en cuenta alguno de ellos.
Ya sabes, si alguna vez te toca sumergirte en la reforma de algún baño en tu casa, ¡sigue nuestros consejos! Notarás la mejoría, te lo aseguramos ;)
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Imagen 1: HA Architecture / Imagen 2: Norm Architects / Imagen 3: Templeton Architecture / Imagen 4: Studio Niels