Los azulejos pequeños de tipo artesanal (tanto los fabricados a mano como los que lo parecen) son un recurso muy útil para añadir textura y brillo en cualquier estancia. En este post te contamos cuándo y cómo utilizarlos.

himera estudio azulejos pequeños artesanales — *Aires Mateus*

Tipos de azulejos pequeños artesanales

La variedad de azulejos pequeños hoy en día es infinita. Podemos encontrarlos de todos los tamaños, formas, colores y texturas. Además, dentro del grupo de los artesanales, debemos diferenciar entre dos tipos: los que lo son de verdad y los que lo parecen. Los primeros tienen imperfecciones visibles e irregularidades, así como destonificaciones propias del proceso de fabricación artesano. Los segundos, aunque también suelen imitar las características de los primeros, se obtienen a partir de un proceso más estandarizado e industrial, por lo que las imperfecciones e irregularidades siempre responden a un patrón que se repite (dependiendo de la marca, podrá existir un mayor o menor numero de diseños dentro de cada modelo). Cuántos más diseños, más difícil será reconocer el patrón una vez instalados.

Lo cierto es que no creemos que una opción sea mejor que la otra, ambas tienen sus ventajas y dependerá del estilo de azulejo que busquemos para nuestra casa.

¿Cómo utilizar azulejos pequeños?

En interiorismo no existen reglas. Cada proyecto es un universo y tiene sus propias condiciones, que se modifican y adaptan dependiendo de los arquitectos y los clientes. Pero si tuviésemos que resumir cómo utilizamos nosotros los azulejos pequeños de tipo artesanal, estos serían algunos de los puntos a tener en cuenta:

Dependiendo de la luz natural

Si la habitación en la que los queremos instalar tiene mucha luz natural, solemos concedernos el extra de utilizarlos en una superficie mayor.
Si por el contrario la estancia es oscura, preferimos que los azulejos estén más acotados y ocupen una superficie menor.

Dependiendo del estilo de la casa

En Himera siempre nos repetimos a nosotros mismos, como un mantra, que cada proyecto debe ser consecuente con su lugar: no se debe tratar del mismo modo una casa en el campo que un piso en el centro de una ciudad. No decimos que esta deba ser la única forma, pero así lo entendemos nosotros.

Y eso se refleja, por tanto, en los materiales elegidos.

Los azulejos pequeños de tipo artesanal tienen personalidad y no siempre son válidos para cualquier proyecto. Antes de lanzarte a elegirlos, te aconsejamos que reflexiones sobre cómo es tu casa y cuál es el modelo que mejor encaja.

¿Cuándo utilizar azulejos pequeños?

Los azulejos pequeños son un complemento perfecto en cualquier estancia, en especial en baños y cocinas, pero también pueden resultar excesivos si no se utilizan con cautela. Por eso, en nuestros proyectos nunca abusamos de ellos. Es preferible reservarlos para paramentos concretos (de forma muy acotada y pensada, como te contaremos después) así como optar por colores neutros o naturales para que no nos cansen con el tiempo. Estas son nuestras formas preferidas de utilizarlos:

En frentes de cocina: uno de los usos más habituales de los azulejos pequeños es el de proteger el frente de la cocina. En lugar de utilizar el mismo material que la encimera, si quieres añadir escala en este espacio y que resulte más acogedor, puedes optar por alicatar esa pared. Si tu cocina es muy fría y no sabes cómo solucionarlo, esta puede ser una buena idea.

En baños: los baños a veces son complicados, sobre todo si tienen un tamaño reducido, pues las opciones se reducen. Sin embargo, el hecho de revestir con azulejos pequeños una de las paredes tiene un efecto instantáneo de relleno. Transforma el espacio al completo. En estos casos, nos gusta alicatar tramos completos (por ejemplo de pared a pared o el espacio de la ducha de suelo a techo si está delimitado por tabiques).

Otras ideas: en general, los azulejos pequeños son perfectos para cualquier espacio con agua de una casa, además de los obvios (baños y cocinas) como despensas o lavanderías. Pero si te encanta este material y te apetece ir un paso más allá, estas son algunas de las ideas alternativas hemos utilizado en nuestros proyectos:

Para revestir o bien el tiro de una chimeneas o los espacios laterales de la misma.
Para revestir encimeras de obra tanto en baños como en cocinas.
Para revestir baldas de obra o la trasera de una hornacina donde después se vayan a instalar baldas.

¿Qué tener en cuenta para su colocación?

Antes de empezar, planifica su colocación para que el patrón elegido de adapte al espacio. Es decir, decide dónde colocar la primera pieza y cómo se van a cortar las demás en el suelo, en el techo y contra las paredes. Procura que nunca queden trocitos muy pequeños de azulejo cortados en zonas visibles para que el resultado final sea lo más limpio posible.
Siempre que puedas, evita revestir esquinas hacia afuera con azulejos de tipo artesanal, pues se ven los cantos de los piezas (que no suelen estar esmaltados) y genera de sensación de estar sin terminar o mal rematado. Personalmente, no somos nada amigos de los esquineros para este tipo de materiales, porque creemos que azulejos artesanales y los esquineros son dos cosas que no casan nada por pertenecer a universos “estéticos” muy diferentes.
Pero si no te queda otra y tienes que revestir una esquina con azulejos artesanales, pide en obra que pinten con muchísimo cuidado (y del mismo color exacto que el de los azulejos) los cantos vistos en caso de que el resultado no sea limpio. En uno de nuestros proyectos los dejamos vistos porque el modelo de azulejo que elegimos estaba muy bien rematado y no se percibía cutre. Te recomendamos que, si es tu caso, lo decidas al final cuando ya estén colocados.

Otra forma de huir de los cantos vistos, si te preocupan tanto como a nosotros, es recurrir al uso de piedras para colocar en aquellas zonas en las que no queremos que se vean las esquinas. En Himera siempre lo hacemos así. Por ejemplo, si tenemos una hornacina en una ducha cuyas paredes están revestidas con azulejos pequeños, la hornacina siempre procuramos revestirla en cuarzo o mármol para evitar cantos y esquineros. También con repisas, pasos de puertas, etc.
Si por el contrario las hornacinas en piedra no te gustan y quieres que la tuya esté acabada en el mismo azulejo que la pared, cuida que el tamaño se esta se ajuste milimétricamente al de los azulejos. Es decir, que el ancho de la hornacina sea igual que X azulejos y el alto también.
Si vas a revestir con azulejos pequeños paramentos entre baldas, huecos rehundidos en la pared, etc. procura que estos se espacios se ajusten al tamaño de los azulejos, de forma que no tengas que cortarlos y se vean enteros. Los mismo que en el punto 1, es decir, planifica antes de la ejecución.

En Himera siempre pensamos que, a la hora de decidir dónde y cómo colocarlos, funcionan los extremos: o bien de suelo a techo o bien hasta media pared (por ejemplo desde el suelo hasta 1.20 metros), pero nunca te quedes a unos centímetros del techo (a no ser que tengas un motivo de peso, como guardar la línea con otro elemento). Es mejor tomar decisiones rotundas para que la colocación se perciba más actual.
Por último, pero no menos importante (y esto es una manía que nos tomamos muy en serio), delimita las zonas que van a tener azulejos. Es decir, que no corten en mitad de una pared. Cuando trabajamos en el diseño de una estancia que va a tener azulejos, siempre siempre intentamos encontrar la forma de que estos terminen contra algo y se perciban contenidos (o bien entre paredes, o bien entre una balda y una encimera, o de suelo a techo, etc.) Nos parece que el resultado es mucho más rotundo que cuando se colocan en un tramo y no terminan contra nada. Aunque esta regla en general la aplicamos con cualquier revestimiento.

¿Cuántos modelos elegir en una casa?

Si te animas a incluir los azulejos pequeños en tu proyecto, nuestro mejor consejo es que no elijas más de dos modelos (aunque si puede ser solo uno, mejor). Es importante que los interiores se piensen en global y el diseño de toda la casa emita un único mensaje. Que todo hable el mismo lenguaje y exista coherencia entre las diferentes estancias.

¿Cómo deben ser las juntas de los azulejos?

Nunca te olvides del color de la junta. Para esto no existen fórmulas, simplemente depende de la estética que busques. Esta puede ser en el mismo color que los azulejos para que el resultado sea homogéneo, un par de tonos más oscura o clara, o incluso completamente diferente (por ejemplo azulejos blancos con junta negra). Sea como sea, decídelo antes de empezar con las obras teniendo siempre presente que el color de la junta tiene un gran impacto en el aspecto final de una pared alicatada.

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