Qué es un mueble desayunador y por qué necesitas uno en tu cocina
Cuando diseñamos una cocina, el mayor reto es conseguir que resulte muy fácil mantenerla ordenada y despejada, en especial si está conectada con el salón o el comedor. Por eso, cuando se trata de ocultar pequeño electrodoméstico, botes o utensilios que necesitamos en nuestro día a día, los muebles desayunador son nuestro mejor aliado.
¿Qué es un mueble desayunador?
Un mueble desayunador, en el sentido estricto de la palabra, es un módulo de cocina dedicado en exclusiva a guardar y organizar todo lo relacionado con el desayuno: cafeteras, microondas, tostadoras, tazas y platos e incluso botes con alimentos.
Dado que se trata de un espacio casi exclusivo para guardar cosas pequeñas (que normalmente tenemos en un rincón de la encimera) resulta de gran ayuda para esconder todo eso y que la cocina se perciba muy limpia visualmente.
¿Cómo es un mueble desayunador?
Los muebles desayunadores, si los entendemos como tal, pueden ser como queramos. Cualquier espacio que tengamos libre podemos reconvertirlo para que cumpla con esta función.
Sin embargo, si tienes la oportunidad de diseñar tu cocina desde cero, te aconsejamos que tengas en cuenta lo siguiente para que resulte realmente útil y cómodo:
1. Si es posible, lo mejor es que el desayunador cuente con un sistema de puertas escamoteables grandes (de suelo a techo). Es decir, puertas que una vez abiertas se escondan en los costados del mueble y no interrumpan el paso. Este sistema puede fabricarse tanto con una única puerta como con dos, dependiendo del espacio libre del que se disponga. Lo único que debes tener en cuenta -si te hemos convencido- es que estas puertas ocupan bastante espacio interior. Como se esconden en los laterales del mueble, dentro del mueble se pierde el hueco en el que se recogen las puertas (los centímetros exactos dependen del fabricante del herraje, pero al menos 7 por cada puerta). Con esto solo queremos decir que si tienes poco espacio (por ejemplo un módulo de 60 cm) lo mejor es que evites este sistema porque se reduce mucho el espacio libre interior.
2. Por el contrario, si no quieres incluir puertas escamoteables, siempre puedes optar por puertas abatibles estándar pero reservando espacio suficiente a ambos lados del mueble (y también delante) para que, una vez abiertas las puertas, no molesten. Si prefieres esta solución en lugar de las puertas escamoteables pero tu cocina no es muy grande, una buena idea es que las puertas no sean de suelo a techo, sino que empiecen a la altura de la encimera o un poco menos para que, abiertas, invadan menos espacio.
3. Lo más común en estos muebles es que, una vez abiertas las puertas, tengan en su interior un espacio de encimera donde poder manipular pequeños electrodomésticos como cafeteras o tostadoras sin necesidad de moverlos a otro sitio de la cocina. En eso reside gran parte de su función: mantener el orden visual en la cocina. Puedes leer más aquí sobre encimeras.
4. Y, sobre esta encimera, baldas de menor fondo (por ejemplo 40 cm) para que no molesten al trabajar o manipular alimentos en la encimera. Básicamente replican el esquema de una cocina tradicional (mueble bajo + encimera+ mueble alto) pero tras unas puertas.
5. Para que el desayunador sea útil de verdad, no podemos olvidar incluir enchufes suficientes, tanto en ese espacio de encimera como en al menos la primera balda. Así, los aparatos podrán funcionar sin que estemos preocupados de conectar o desconectar cada uno de ellos al necesitarlos.
6. Otra cosa que nos encanta en nuestros proyectos en esconder el microondas dentro de este módulo para que no se vea. No es un electrodoméstico demasiado bonito y la mayoría de familias lo utilizan para calentar la leche… y poco más. Como los microondas suelen ser bastante grandes, lo que solemos hacer es colocarlo en la primera balda del desayunador, de forma que la encimera quede lo más liberada posible.
7. También resulta muy útil que en la primera balda sobre la encimera se incorpore una tira led que se encienda de forma automática (con un sensor) al abrir las puertas. Dado que este es un espacio al que se le da mucho uso, cuanto más cómodo mejor.
8. Otro consejo es que, bajo la encimera, en lugar de baldas haya cajones. Así, cada vez que lo abras lo sentirás muchísimo más ordenado. Lo normal es que estos muebles tengan un fondo de 60 cm para que puedan integrarse con el resto de módulos de la cocina, por tanto, al ser profundos, con los cajones se optimiza más el espacio que con las baldas (otra alternativa útil son las baldas extraíbles si no te gustan los cajones).
9. También queda muy bien cuando el interior tiene un acabado muy diferente al de las puertas, aunque esto depende del estilo de la cocina. Por ejemplo, un recurso que funciona de maravilla es elegir el interior del desayunador en madera cuando la cocina es blanca, tal y como se en ve algunas de las imágenes de este post.
10. Por último, si crees que le vas a dar mucho uso a ese espacio extra de encimera, puedes plantearte que la encimera interior del desayunador, en lugar de ser de madera, sea también del mismo material que la encimera de la cocina. En uno de nuestros proyectos incluso forramos el frente interior en espejo para que aportara un extra de luz.
¿Por qué necesitas un mueble desayunador?
Te hemos contado qué es un mueble desayunador, cómo es por dentro e, indirectamente, cuál es su uso. Pero los motivos por los que necesitas uno en tu cocina son múltiples y no queremos dejar de resumir los principales:
1. Porque aunque le hemos llamado desde el principio mueble desayunador no tiene por qué ser esa su función. Puedes utilizar este esquema para cualquier cosa que tenga cabida en tu cocina, desde un mueble bar hasta una zona de repostería. En resumen, para esconder todo aquello que genera desorden sobre la encimera pero que te apetece tener a mano.
2. Porque la limpieza visual en una cocina nos parece básica (en realidad en cualquier estancia de la casa, pero en la cocina es más fácil tender al desorden). Cuando las encimeras estás libres de aparatos, botes, utensilios, etc. el espacio se percibe completamente distinto: más grande, más ordenado, más zen.
3. Porque muchas veces no sabemos qué hacer con todos los pequeños electrodomésticos que utilizamos a diario y no nos apetece recogerlos cada mañana para que no se vean, esta es la solución perfecta. Siempre a mano sobre la encimera del mueble, pero fuera de la vista una vez se cierran las puertas.
4. Si eres minimalista extremo y te da rabia que el conjunto horno-microondas quede a la vista (nosotros siempre intentamos que no sea lo primero que se vea cuando se entra en la cocina, aunque no siempre es posible), siempre puedes ocultarlo tras unas puertas escamoteables. Simplemente tendrás que darle más fondo a ese mueble para que pueda cerrar correctamente. Reconocemos que lo hemos hecho.
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