¿Qué suelo elegir para la cocina? Te contamos nuestro favorito
La vida útil de una cocina depende, además del uso diario, de los materiales que se hayan utilizado en su construcción. Si quieres que el suelo de la tuya se mantenga como nuevo durante muchos años, ¡esto te interesa!
En una casa, una de las estancias que más sufre en el día a día es la cocina. Todos, o casi, pasamos por ella nada más levantarnos para recargar pilas con un buen café, un vaso de agua fría o una incursión en la nevera. Paseo que se repite a lo largo del día en más de dos y tres ocasiones, seguro. Visitas que no suelen ser fugaces… ni impolutas. Una miga por aquí, una gota por allá hacen que, mes tras mes, año tras año, las superficies sufran mucho más que en cualquier otra habitación. Empezando, por supuesto, por la gran sufridora por excelencia, la encimera, a la que ya le hemos dedicado un post completo que puedes leer aquí.
Después de la encimera, viene todo lo demás: suelos, paredes y acabados de muebles. Pero para que este post no se alargue en exceso, hoy nos centraremos solo en los suelos, ¿te quedas?
Los mejores suelos para tu cocina
No es la primera vez que hablamos de suelos en el blog, pero nunca antes nos habíamos centrado en una estancia en concreto. Hasta hoy.
Uno de los comentarios que más escuchamos a nuestros clientes cuando diseñamos una cocina suele ser “por favor, que el suelo no se ensucie ni se marque mucho”. Para conseguirlo, es fundamental elegir el material correcto: ni muy claro ni muy oscuro, ni muy liso ni demasiado rugoso… Pero no solo la limpieza es importante. El suelo de una cocina debe ser antideslizante también, sin obsesionarnos, pero sin descuidarlo, pues no es poco habitual que se derrame algo de líquido que nos pueda provocar un resbalón. Nuestra experiencia nos dice que los más recomendables para la cocina son los siguientes:
Suelos porcelánicos
Siendo prácticos, la opción ganadora. Duraderos, económicos y con gran variedad de acabados. Su punto débil, las juntas. Será en ellas donde más suciedad se acumule a la larga. Por eso, cuanto mayor elijamos el tamaño de las piezas, menos juntas tendrá nuestro suelo y, nosotros, menos quebraderos de cabeza en el futuro. Con esto no queremos decir que los suelos con despieces más pequeños estén prohibidos, simplemente hablamos de practicidad y funcionalidad. Además, también resulta muy buena idea elegir modelos “rectificados”, es decir, con perímetro no redondeado, para que la unión entre baldosas sea todavía menor (a la hora de comprar el material, cualquier proveedor sabrá ayudarte, aunque si te fijas, podrás apreciarlo a simple vista).
Es justo que llegados a este punto nos preguntes qué es un tamaño grande de baldosa. Las dimensiones estándar, por excelencia, son las de 60x60cm. Así que todo lo que supere esa cifra, resumiendo mucho, será considerado gran formato. En nuestro proyecto GV22 las utilizamos de 90x90cm y el resultado fue inmejorable.
Tampoco podemos obviar el color y la textura. Dos factores importantes, ya que configurarán en gran medida el aspecto final del espacio, más cuanto mayor sea la cocina. Dependerán del diseño final, pues lo lógico será elegir el suelo a la par que el resto de elementos para que todo guarde consonancia y armonía, pero recurrir a tonos medios resulta de ayuda a la hora de controlar las manchas, así como también los acabados que no sean 100% homogéneos y lisos. Es decir, que las baldosas cuenten con un ligero dibujo tipo cementoso o pétreo, así como aspecto mate y cierta rugosidad.
Para terminar nos gustaría recalcar que, aunque los suelos porcelánicos generalmente no se asocien a un acabado lujoso o premium (tampoco se trata de eso, aunque los hay sin duda dentro del grupo), podemos asegurar que si encuentras un modelo que encaje con la estética de tu vivienda, el resultado será inmejorable y no resultará frío ni fuera de lugar. Existen tantos modelos en el mercado que seguro que encuentras el perfecto para ti. Y, lo más importante, habrás elegido un suelo para toda la vida.
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Suelos de piedra
Si haces memoria, seguro que puedes recordar algún espacio histórico con pavimento de piedra que te haya enamorado. Al igual que sucede con las encimeras, destacan por su belleza natural y sus imperfecciones. Son resistentes, el paso del tiempo tiende incluso a mejorar su aspecto, pero requieren cierto cariño y mantenimiento dada su porosidad. En general, el precio resulta más elevado que el de los suelos porcelánicos (aunque, como siempre, existen excepciones), pero si quieres que tu cocina sea el espacio protagonita de tu vivienda, esta es tu mejor opción. Es atemporal, característica fundamental en la elección de cualquier acabado interior, por lo que nunca te cansarás de él (a no ser que selecciones una piedra con demasiada veta y contraste, o de un color muy llamativo), combina con casi todos los estilos y aporta carácter. Nuestros favoritos, los de caliza a pesar de su delizadeza.
Suelos de madera
Nos encantan cuando la cocina está integrada en otro espacio y se conserva el mismo pavimento en toda la estancia, la sensación de calidez que aporta la madera es imposible de alcanzar con cualquier otro material. Sin embargo, no deja de ser una elección delicada que requerirá nuestro máximo cuidado, pues la madera no es amiga del agua ni las manchas. En nuestro proyecto N4, para prevenir un deterioro fugaz, elegimos una tarima maciza de bambú tostado (mucho más resistente que una madera tradicional) para instalar en toda la vivienda menos en los baños. Dos años después podemos afirmar que sigue intacta, cocina incluida. Se trata de una buena alternativa si quieres un pavimento de madera pero temes que se estropee con facilidad o envejezca muy rápido.
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Otros suelos
No queremos extendernos mucho más porque ya hemos hablado de los que son, para nosotros, los suelos más acertados y comunes para utilizar en la cocina, pero tampoco queríamos despedirnos sin hablar de los pavimentos continuos y las baldosas hidráulicas. Los primeros pueden ser microcementos (se aplican generalmente sobre un suelo existente, o una base perfectamente nivelada, tienen un espesor muy fino de apenas milímetros, y son bastante frágiles pero prácticos si lo que quieres es renovar el espacio sin hacer demasiada obra), terrazos (tan bonitos, tan de moda en los últimos años, pero de tan elevado importe dada su laboriosa instalación y su diseño personalizado, aunque merecerán la pena ya que si están bien ejecutados, serán para siempre) y, por último, hormigones (uno de nuestros suelos fetiche, muy poco habitual en reformas ya que necesitan mucho espesor libre y mucho tiempo de ejecución, lo que obliga a que normalmente se reserven para obras nuevas).
Por último, el suelo catalán por excelencia, la baldosa hidráulica. Un pavimento especial donde los haya, tanto por su fabricación como por su historia, sus diseños y colores, en definitiva su protagonismo si lo elegimos. Nos gustan las originales, de cemento y espesor elevado, pintadas a mano con tonos terrosos. Como son artesanas, los fabricantes suelen recomendar la aplicación de algún producto sellador una vez instaladas para que no absorban manchas y aguanten como nuevas mucho tiempo. Seguro que ya las conoces y que, incluso, las has visto en algún hogar conocido.
Hasta aquí nuestro resumen sobre los suelos que recomendamos utilizar en la cocina para que se mantenga como nueva durante toda la vida. Después de varios posts de lectura más ligera (Disfrutar de casa durante la cuarentena, Lo que nos gusta y lo que no en una casa, Marzo en 4 instantes o la Ronda de casas de Youtube) nos apetecía volver a la carga con información útil para todos los que estáis pensando en renovar la cocina, a pesar de que ahora, al menos durante unos meses, deba esperar. Pero qué mejor momento para tomar decisiones meditadas que nos ayuden a no arrepentirnos en el futuro.
Esperamos haberte ayudado, pero si tienes cualquier duda ya sabes que nos puedes escribir tanto por aquí, en los comentarios, como por email, en hola@himeraestudio.com. Te responderemos encantados.
H
Imagen 01: John Pawson / Imagen 02 y 03: Esoteriko Interiors / Imagen 04: John Pawson / Imagen 05: Proctor and Shaw / Imagen 06: Intsight / Imagen 07: Lliberós Salvador Arquitectos
