Todo lo que hemos aprendido diseñando cocinas
Después de diseñar 8 cocinas diferentes en el último año, te contamos cuáles son las lecciones más valiosas que hemos aprendido.
Lección 1: Las medidas son (muy) importantes
Una cocina, ante todo, debe resultar práctica y estar bien equipada. Para que cumpla con ambos requisitos, es imprescindible que, al comenzar a pensar en su diseño, respetes las dimensiones básicas. Los electrodomésticos ocupan anchos, fondos y altos generalmente estándar (60 cm de ancho y 60 cm de fondo), tenlo en cuenta desde el principio para que, una vez instalada, quepan sin problema.
Tampoco descuides las separaciones laterales ni los anchos de paso. Por ejemplo, puedes tener problemas con la apertura de la nevera si la colocas contra una pared sin prever un mínimo de separación, o el cocinado se puede volver incómodo si la placa de inducción está en una esquina.
Lección 2: Evita el hueco entre los muebles altos y el techo
Este es un error de muy fácil solución que se repite a menudo. No solo por estética, sino también por limpieza, en nuestras cocinas siempre procuramos cerrar el espacio entre el techo y los muebles altos. O bien con pladur durante la obra, o bien con elementos de carpintería (por ejemplo diseñando muebles más altos), para que no se convierta en un foco de suciedad.
Es cierto que existen excepciones a este punto que habría que estudiar en detalle, como las viviendas con techos inclinados o muy altos, pero como regla general, es un detalle que siempre cuidamos.
Lección 3: Juega con las texturas y los materiales
No te limites a pensar en colores, añade una capa extra de intención con las texturas de los materiales para que el resultado no se perciba plano. La combinación de maderas, piedras, puertas lacadas, azulejos o tiradores te ayudará a crear una cocina con personalidad. Una puerta lacada en blanco no tiene la misma textura que un porcelánico o un cuarzo blanco, ni mucho menos que una pared pintada. Utiliza estas pequeñas diferencias a tu favor para crear contrastes sutiles que añadan dimensión a tu cocina.
Por ejemplo, en nuestra Casa GV22 diseñamos una cocina completamente blanca que conseguimos que no se percibiera fría ni plana gracias al uso de una encimera con veta gris cálido, tiradores blancos con mucha presencia, vigas de hormigón visto y un mueble de madera que delimita la zona de comer. Cocina blanca, sí, pero con (muchos) matices.
Lección 4: Valora la posibilidad de que un carpintero fabrique tu cocina
En el último año hemos aprendido el valor de lo artesano de primera mano, la belleza de la imperfección. Y nos encanta. Lejos ha quedado el gusto por las cocinas que parecen laboratorios, en nuestros proyectos buscamos otra sensación. La cocina debe ser una extensión más de nuestra casa, en sintonía con la estética y los materiales que utilicemos en el resto de estancias. Y aquí es donde un carpintero puede resultar de gran ayuda.
Si eliges esta opción, en tu cocina todo será a medida, único para tu espacio. Adiós a los muebles de tamaños estándar que no pueden completar el largo total de tu cocina. El diseño estará en tus manos. Aunque si no eres experto, o no te apetece estudiar e investigar, será conveniente que te asesores para no cometer los errores que comentamos en el punto 1 y llevarte sustos innecesarios.
Lección 5: No te obsesiones con encajar una isla
A casi todos nuestros clientes les encantan las islas en la cocina. Son prácticas y tienen un carácter muy social, pero necesitan su propio espacio. Una isla requiere aire alrededor para que resulte cómoda y cumpla su función.
Son perfectas como nexo de unión entre dos estancias diferentes: la cocina y el salón, la cocina y la entrada, la cocina y el comedor… Pero nos convencen menos cuando se encuentran en una habitación cerrada porque pierden parte de su utilidad y encanto (cocinar en una isla con vistas a una pared es, sin duda, mucho menos especial que hacerlo con vistas a otro espacio).
Lección 6: Presta atención al revestimiento del frente de cocina
El frente de cocina (el tramo de pared que se encuentra encima de la encimera) es uno de los grandes protagonistas en una cocina: suele ocupar un espacio central y estar muy a la vista. Pero también una de las zonas más susceptibles a mancharse. Por eso, es necesario que le dediques todo el cariño y respeto que se merece. Protégelo. Su acabado debe ser resistente y de fácil limpieza para que no se estropee el mismo día que estrenes la cocina.
No te dejes llevar por modas. A nosotros también nos encantan las cocinas en las que los frentes están pintados, en foto quedan genial, pero no, no son nada prácticas. Si te ayuda, en Himera nos encanta utilizar en esa zona el mismo material de la encimera, sobre todo si sobre ella tenemos muebles altos o una balda que la delimite.
Lección 7: Incluye luz ambiente cálida (además de la iluminación general)
Nuestra obsesión con una buena iluminación no tiene límites. En casa casi nunca utilizamos la iluminación del techo (si nos lees lo sabes), y siempre procuramos crear momentos acogedores con lámparas bajas y tenues. En la cocina exactamente igual. Aunque parezca incómodo para cocinar, si estudias a conciencia cómo iluminar la zona de trabajo, puedes conseguir una iluminación adecuada sin abusar de grandes dosis de luz blanca.
Para ello, elige lámparas bajas (cerca de la encimera) con una temperatura de color cálida (en torno a 3000ºK): apliques de pared, tiras led bajo los muebles altos, lámparas descolgadas…
Lección 8: Que el rodapié de los muebles sea del mismo color o acabado que las puertas
Como siempre, existen excepciones, pero como regla general, preferimos que el rodapié de los muebles de cocina sea del mismo acabado que las puertas. De esta forma el conjunto se verá más limpio, el espacio parecerá más alto y los muebles mejor rematados.
Una alternativa que hemos utilizado, si no quieres ver un rodapié alto (generalmente los muebles de cocina lo incluyen así), es esconderlo tras las puertas para que se perciba como una ligera sombra bajo las mismas.
Lección 9: Protege las paredes
La cocina es el espacio de la casa con más trajín. Se derraman líquidos, hay salpicaduras, los roces están a la orden del día… Si quieres que la tuya luzca como el primer día, prevé materiales duraderos y resistentes en todas las paredes candidatas a sufrir el desgaste diario. No tienes por qué alicatar, aunque por supuesto es una buena opción si te gusta. Existen otras alternativas a la pared pintada además de los revestimientos cerámicos: puedes utilizar microcementos, panelados de madera, papeles pintados resistentes al agua…
Lección 10: Para un resultado armonioso, no mezcles muchos tamaños de puertas y cajones
Si pudiésemos elegir, en nuestra cocina todas las puertas serían del mismo tamaño. Muchas veces esta no es una opción: si es tu caso, procura que las combinaciones se reduzcan al mínimo posible y, si las hay, busca simetrías. Con este truco los muebles de cocina parecerán de mejor calidad y el diseño del conjunto se percibirá más armonioso.
No te vuelvas loco mezclando de todo: puertas grandes, pequeñas, cajones altos y bajos, baldas abiertas… Intenta que tu cocina tenga un diseño lo más cerrado posible y no se convierta en un catálogo de soluciones. Verás como el resultado final te encantará. Consejo Himera ;)
H