Dormitorios: cómo combinar cabeceros y mesillas
Hablemos de las piezas fundamentales que visten un dormitorio: el cabecero y las mesillas.
El dormitorio es una de las habitaciones de casa en la que más tiempo estamos a lo largo del día. Debería ser un lugar de descanso y desconexión, acogedor y tranquilo. Cierto que la mayoría de esas horas no son conscientes, pero es lo último que vemos antes de dormirnos y lo primero al despertarnos. Así que debemos cuidarlo.
Además de los textiles, a los que les hemos dedicado ya numerosas palabras (como aquí o aquí), las piezas principales que marcarán el estilo del dormitorio serán el cabecero y las mesillas. Como siempre decimos, no existe una receta mágica que asegure el éxito rotundo, pues cada proyecto tiene sus reglas, pero sí algunos trucos que funcionan y facilitan la tarea de elegir el mejor camino para tu casa.
Empezamos:
Qué tener en cuenta antes de elegir el cabecero y las mesillas
1. Antes de empezar, piensa en tus necesidades reales. ¿Quieres almacenaje extra? ¿Tiendes al desorden? Elije entonces mesillas de noche con capacidad y cajones para que puedas guardar todas tus cosas sin necesidad de que se amontonen a la vista. Si por el contrario no necesitas almacenaje y, además, tu dormitorio no es muy grande, unas mesillas minimalistas y ligeras serán la mejor opción.
2. También deberás prestar atención al espacio disponible. No te olvides de comprobar bien todas las medidas (incluida la altura del techo) para evitar sorpresas de última hora. Calcula el ancho total de la pared sobre la que se apoya la cama y resta la dimensión de esta para saber qué tamaño de mesilla máximo puedes comprar (recuerda siempre contar con aproximadamente 30 cm extra a cada lado de la cama para que la mesilla no quede comprimida entre la cama y las paredes laterales si las hubiera, pues la ropa de cama es voluminosa y el conjunto debe respirar).
3. Cuida las proporciones: la altura del cabecero en comparación con la del techo, la altura de las mesillas en comparación con la de la cama, el ancho total del cabecero y las mesillas… Solo así conseguirás armonía.
4. No tengas miedo a las mezclas. Superpón capas, texturas y colores y evita, siempre que puedas, el mobiliario a juego (en este post te explicamos 5 motivos por los que deberías evitarlo, pero en resumen, resulta algo anticuado y limita enormemente tus posibilidades). De esta forma tu habitación ganará en interés e intención. Con esto no queremos decir que cada mesilla de noche deba ser diferente (que también podría ser, dependiendo del estilo del dormitorio), pero sí que huyas del conjunto de cabecero + cómoda + armario + mesillas con el mismo acabado y diseño.
5. Aunque te aconsejamos que intentes que el resultado final resulte cálido, ten cuidado con el uso excesivo de la madera natural para que no agobie. La madera es un material casi imprescindible en una casa, pero debemos ser cautos y no pecar en el abuso.
6. No te olvides de reservar espacio para la iluminación de apoyo. Ya sea sobre la mesilla o en la pared, es fundamental (por práctico) contar con lámparas de lectura a ambos lados de la cama. Si quieres saber más, en este post te enseñamos cómo iluminar un dormitorio.
7. Considera la posibilidad de diseñar tanto el cabecero como las mesillas a medida, tal y como solemos hacer en nuestros proyectos. Se trata de una inversión, pero el resultado será impecable: único y optimizado para tu espacio.
Combinaciones de cabeceros y mesillas que funcionan
El arte de combinar es subjetivo, depende de muchos factores: lo que funciona en un espacio puede resultar mala idea en otro, aunque siempre dependerá de los ojos que lo vean. Con los cabeceros y mesillas sucede lo mismo. Cada dormitorio cuenta con su propio lenguaje. Pero como se trata de una pregunta que recibimos a menudo, te contamos a continuación cuáles son nuestras reglas habituales para componer una habitación con éxito. Aunque, en general, te adelantamos que tendemos a preferir los cabeceros sencillos para tener más opciones en la elección de las mesillas.
Como normal general, empezamos por el cabecero para después construir el resto:
1 Cabecero del mismo color que la pared
Los cabeceros del mismo color que la pared son la opción perfecta para habitaciones pequeñas o con techos bajos, porque integrándolos se aumenta la amplitud espacial. Encajan con todos los acabados de suelo y también son una buena solución si quieres una estética más limpia y minimalista o, por la contra, no te apasionan los cabeceros pero necesitas proteger la pared. A nosotros nos encantan porque resultan atemporales y admiten casi cualquier combinación de textiles.
Qué cabecero elegir: si buscas un cabecero del mismo tamaño que la cama, sin duda te aconsejamos un modelo tapizado para que puedas optar por la tela que más se parezca al color de tus paredes. Nuestros favoritos son los de lino o lana, pero nunca optaríamos por imitaciones de piel (en especial si son de colores claros). Pero una alternativa bonita sería la de un panelado de lado a lado de la pared, en su mismo color, como el de la tercera foto de este post o el cabecero que diseñamos para la Casa N4.
Qué mesillas elegir: si el tono de la pared es claro, combina con casi cualquier acabado de mesilla, pero si las eliges de madera natural, acertarás con total seguridad. El contraste entre el cabecero neutro y la calidez de la madera es atemporal y funciona a la perfección.
SELECCIÓN HIMERA
2 Cabecero de distinto color que la pared
Un cabecero de color es toda una declaración de intenciones, una decisión para tomar meditada, pues interferirá con el resto del mobiliario y con la ropa de cama: siendo estrictos, no valdrá cualquier estampado ni color. Eso sí, aportará frescura. Además, aunque resulte contradictorio, facilitará la tarea de emparejarlo con el resto de elementos del dormitorio, pues eligiéndolos neutros se quedarán en segundo plano mientras el cabecero captará toda la atención. No necesitarás mucho más para vestir el espacio.
Qué cabecero elegir: los cabeceros textiles añaden una capa extra de color y textura que ayuda a convertir el dormitorio en un lugar más acogedor. Pero si prefieres un modelo menos delicado, en madera lacada también podría funcionar.
Qué mesillas elegir: para el proyecto GV22 diseñamos una pareja de mesillas lacadas en blanco que, a pesar de su color, aportan carácter al conjunto por estar llenas de detalles (como las dobles esquinas o los laterales retranqueados hacia dentro). Aunque reconocemos que el modelo Componibili de Kartell siempre estará entre nuestros favoritos. Es todo un clásico que causa furor en los hogares nórdicos y a nosotros nos acompaña desde hace años, pues nunca encontramos un sustituto mejor: tiene mucha capacidad a pesar de su tamaño, es discreto y resistente y combina con casi cualquier estilo de dormitorio. Si no nos crees, búscalo en Pinterest y te sorprenderás.
SELECCIÓN HIMERA
3 Cabecero de madera
Los cabeceros de madera crean una atmósfera acogedora al instante. Por eso, si crees que a tu dormitorio le falta algo, o se percibe muy vacío, con un cabecero de madera es probable que lo soluciones. Dado que el material tiene mucha presencia y se convertirá en el claro protagonista del espacio, te aconsejamos que elijas un modelo sencillo de cabecero. Si tu suelo es de madera, evita que el cabecero sea de un tono casi-igual-pero-no al del pavimento, porque el efecto será extraño. Si tienes dudas, lo mejor es que exista contraste: suelo claro con cabecero oscuro o al revés.
Qué cabecero elegir: a veces resulta complicado encontrar modelos sencillos de cabeceros de madera, así que en este caso solemos diseñarlo a medida. Como alternativa, también puedes elegir una cama bonita que lo incorpore. Sin embargo, en este supuesto, a diferencia de todas las combinaciones de las que ya hemos hablado, preferimos elegir mesillas minimalistas que no compitan con el diseño de la cama, buscando así un conjunto equilibrado.
Qué mesillas elegir: negras, blancas… pero nunca de madera para que el resultado final no se perciba pesado. Si no necesitas almacenaje extra, también funcionan muy bien las de piedra natural.
SELECCIÓN HIMERA
4 Pared que no necesita cabecero
Si tu dormitorio tiene las paredes (o al menos la del cabecero) revestidas de algún material resistente, como microcemento, estuco, ladrillo o papel pintado ¿para qué añadir una segunda capa si no la necesitas? Da igual cuál sea el acabado de las mismas, mientras resulte a prueba de roces. En este caso, el cabecero se convierte en un añadido estético si tus almohadas y cojines pueden funcionar como respaldo. Sin embargo, no es buena idea para paredes solo pintadas, pues con el tiempo se ensuciarán y rozarán con mayor rapidez y tendrás que volver a pintar.
Qué mesillas elegir: al igual que con los cabeceros del mismo color que la pared, casi todo vale. Atrévete con diseños más vistosos que ayuden a crear conjunto con la cama, ya que esta no será tan pesada como si tuviese cabecero.
SELECCIÓN HIMERA
Esperamos que este post te haya servido de guía o, al menos, te haya inspirado y aportado nuevas ideas para amueblar tu dormitorio :)
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