Una vivienda poco convencional en Setúbal

 

Ya habéis sido varios los que nos habéis preguntado alguna vez por el nombre de los hermanos de los que hoy os vamos a hablar. Pues bien, para los que aún no tenéis el placer de conocerlos, ellos son Francisco y Manuel Aires Mateus. Y como buenos portugueses, son unos artistas haciendo Arquitectura. Por eso, y por lo que viene, nos gustaba la idea de enseñaros alguno de sus proyectos.

Que los portugueses son finos es algo que ya nos habréis oído antes. Basta con que en vuestro próximo viaje a Lisboa, Porto o cualquier otra ciudad portuguesa prestéis atención a los detalles de sus calles y edificios. Sin embargo, los trabajos de la pareja de hoy nos atrevemos a decir que están un escalón por encima del resto. Pese a ello, no son los arquitectos favoritos de los más puristas. Pero nosotros, desde el día en que nos tropezamos con sus proyectos, nos declaramos fans eternos de sus trabajos.

Aires Mateus siempre hablan de dos tipos de proyectos: los de creación -donde no existen ataduras de ningún tipo- y los de continuidad -aquellos que llegan a soluciones más genéricas debido a fuertes condicionantes-. La casa de hoy la guardan en el primer cajón y ahora veréis el por qué.

Setúbal. Año 2000. Los Mateus visitan por primera vez el almacén que sus clientes acaban de comprar. Una vez dentro y sin mediar palabra, los dos saben que ese sería un proyecto de creación.

Para ellos, en ese espacio, era inconcebible introducir el ambicioso programa que pedían los clientes siguiendo una estrategia convencional. El espacio original poseía intacto el encanto de los almacenes de principios de siglo XX. Era un espacio único, diáfano, a doble altura con estructura atirantada de madera, que por supuesto estaba a la vista de todos los presentes y en perfecto estado de conservación.

Simplemente empezaron a pasárselo bien.

Con una estrategia muy sencilla fueron capaces de dar cabida al programa que se les planteó. Y más importante aún, mantuvieron vivo el carácter original del espacio (figura 1).

"Un buen proyecto puede contarse en un par de líneas"

...nos decían. Y es verdad: colocando dos muros paralelos a los originales (figura 2), ya se podía encajar, en el espacio acotado entre ambos, los usos auxiliares y de servicio: cocina, aseo, almacén y escaleras. Estas últimas son las encargadas de coser la planta baja con la superior. En la planta alta se sitúan, casi en equilibrio, los volúmenes ciegos elevados que albergan las zonas privadas (dormitorios, un estudio y cuartos de baño, figura 3). 

(Nunca eran dos líneas...) 

Es cierto que el resultado final (figura 4) roza lo escultórico y la escala no es a la que estamos acostumbrados para viviendas. Pero ya os avisamos al principio de este post que los Aires Mateus son unos artistas y si alguien puede y tiene capacidad para hacer lo que le ronde por la cabeza, son ellos.

Buen martes y que este calor madrileño, por favor, se vaya de vacaciones...

H

Imágenes vía Tumblr


 
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