Hablemos de puertas correderas: todo lo que necesitas saber

 

Después de un largo paréntesis –estamos con todos nuestros sentidos concentrados en terminar nuestra última reforma, de la que pronto os hablaremos- volvemos a la carga para hablaros de algo que seguro que os interesa: puertas correderas para interiores.

Puertas correderas de interior

Que nunca se nos olvide la importancia de una puerta. Tanto su forma, su color o la manera en que se abre determinan cómo sentimos un espacio al descubrirlo por primera vez. Una puerta abatible que abre hacia la derecha no nos enseñará lo mismo de una habitación que una que abre hacia la izquierda, siempre girando en el sentido de llegada. Una puerta corredera, sin embargo, es diferente. Se desliza paralela a nosotros, sin que necesitemos dar un paso al frente para que se abra del todo. Piénsalo, pueden parecer tonterías pero no lo son. No debería ser una decisión aleatoria, sino de percepciones. ¿Cómo quieres que se llegue a ese espacio? ¿Qué quieres que sea lo primero que se vea de él?

Muchas veces, una puerta corredera nace de una necesidad muy básica: se utiliza cuando no cabe una “normal”. Pero su uso también puede responder a razones estéticas, ¡por qué no! Sean cuales sean tus motivos, te contamos los tipos de puertas correderas que existen para que, en caso de que quieras o necesites una, sepas cómo debes elegirla.

Puerta corredera empotrada

Puertas correderas de interior

Nuestra opción favorita son las puertas correderas empotradas entre dos tabiques. Quedan mucho más limpias, no ocupan espacio y las puedes hacer del ancho y alto que quieras, puesto que siempre se realizan a medida (te recomendamos que, si puedes, la encargues de suelo a techo). El único inconveniente que les encontramos es que necesitan obra. No podremos instalarlas sin más. Por ello deben pensarse durante el proyecto, y no después.

Para que queden perfectas necesitaremos realizar un tabique doble, muy muy recto con guías interiores, así como estar pendientes de que carpintero y constructora (en caso de que sean dos empresas diferentes) estén coordinados.

Puerta corredera empotrada con casoneto

Puertas correderas de interior

Si lo anterior resulta demasiado engorroso, tenemos la alternativa de utilizar un casoneto: una estructura metálica prefabricada, que se instala a la derecha o izquierda del hueco de la puerta (dependiendo de hacia dónde abra esta), que incluye todo lo necesario para que funcione a la perfección. Una vez ubicado, simplemente deberá forrarse con una placa de pladur en cada una de sus caras. ¡Fácil!

Eso sí, no todo es tan bonito como parece. En principio (a no ser que se refuerce con cariño y empeño) no podrás instalar nada en ninguna de las caras del tabique que contiene el casoneto. Ni apliques, ni enchufes, ni cuadros… ¡Se trata de un elemento un poco delicado!

Puerta corredera colgada de techo o pared

Puertas correderas de interior

En segundo lugar tenemos la alternativa de colgar nuestra puerta corredera del techo o pared, ahorrándonos la tarea de realizar un doble tabique. Nuestra mayor preocupación entonces será encontrar un sistema de herrajes y guías de calidad, que nos garantice el funcionamiento perfecto de la puerta durante muchos años.

Si quieres que tu corredera sea de este segundo tipo lo primero que debes hacer es, con ayuda de un profesional, comprobar que o bien el tabique o bien el techo tengan la resistencia suficiente para que puedas instalarla. Lo normal es que sean de madera y pesen bastante, así que te aconsejamos que no te confíes demasiado si quieres evitar algún que otro susto futuro (en especial si no se trata de una obra nueva).

Y por supuesto, antes de lanzarte a la piscina, ¡comprueba que tienes espacio suficiente una vez que la puerta esté abierta! Parece una obviedad, pero a veces las cosas más simples se nos olvidan…

Antes de continuar, y si te interesa -mucho- el tema, puedes seguir inspirándote con más ejemplos de puertas correderas en otro posts como Suelos diferentes en estancias diferentesUna casa en un lago contada a través de sus materiales Cómo añadir una cristalera en tu salón.

Por último nos gustaría hablar, aunque sea de pasada, de algunos aspectos que también nos parecen importantes:

Materiales y diseño

Puertas correderas de interior

Volviendo al principio, y poniéndonos un poco poéticos, queremos recordarte de nuevo la importancia de una puerta. Su peso cuando la abres, su manilla, su altura o color son características que vamos a percibir -consciente o inconscientemente- y que influirán sí o sí en el espacio en el que se encuentra.

Por eso, antes de tomar decisiones rápidas, debemos pensar en cómo queremos que sea nuestra puerta. Y, en función de eso, elegir un material. Puede ser de vidrio, de madera natural, de madera lacada en algún color (como por ejemplo blanco…), metálica o con combinaciones de los anteriores. Puede ser lisa, con alguna hendidura, con o sin tirador… Las opciones son infinitas, lo más difícil será decidir cuál de ellas es la que mejor se adapta! Y, si no te aclaras, siempre puedes preguntarnos ;)

Inconvenientes de las puertas correderas

Como las ventajas ya te las hemos contado antes, vamos a hablar ahora de la parte menos bonita. A poca gente le disgustan las puertas correderas ¿verdad? Siempre que nos enfrentamos a un nuevo proyecto, surge la misma pregunta: ¿y si ponemos una puerta corredera?

Pues bien, volvemos a lo de siempre: depende ;)

Son una opción estupenda cuando no nos sobra espacio, pero debemos tener en cuenta que aíslan del ruido mucho menos que una puerta abatible. Además, tendemos a dejarlas siempre abiertas (sí, sí, nadie sabe por qué), así que no las instales en aquellas habitaciones en las que no te interesa que se vea el interior…

***

Podríamos seguir hablando de puertas durante horas y más horas, pero como no queremos aburrirte (y que dejes de leernos), vamos a dejarlo aquí. Ya sabes que puedes preguntarnos cualquier duda o consulta que tengas acerca de este u otro tema, ¡te ayudaremos encantados! Mientras, puedes seguir leyendo más Tips como este aquí.

Ahora sólo esperamos que sigas disfrutando del verano, las vacaciones y el buen tiempo tanto como lo haremos nosotros a partir de la semana que viene :)

¡Nos vemos en septiembre!

H

Imágenes vía Dezeen


 
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