Cómo evitar sobrecostes en la reforma (u obra) de tu casa
Una reforma (u obra nueva) supone una gran inversión. Y una de las mayores preocupaciones desde el inicio (además de que el resultado sea impecable) suele ser evitar los sobrecostes.
1 Establece tu presupuesto máximo
Antes de empezar una reforma en casa, aunque no conozcas los precios del mercado, es muy importante que valores cuál es el presupuesto máximo que estás dispuesto a invertir y seas sincero contigo mismo. Se trata de un ejercicio muy importante que ahorra sustos futuros y ayuda a afrontar los trabajos de manera más directa. Sin duda, el mejor punto de partida.
Una vez tengas claro cuál es ese número, podrás empezar a buscar ayuda.
2 Contrata un proyecto a un buen profesional
Aunque pueda parecer que contar con ayuda profesional para realizar una reforma es un gasto innecesario (pues en ocasiones no es obligatorio), te podemos asegurar que, sin duda, supondrá un ahorro en tiempo y dinero.
Puede que te encante la decoración, que tengas un gusto exquisito y consideres que no necesitas un proyecto para alcanzar la casa de tu sueños. Te ayudará mucho y el camino a recorrer será, seguramente, más corto. Pero un proyecto de arquitectura e interiorismo no solo implica la elección de muebles y materiales. Un proyecto es una guía técnica, un asesoramiento y una ayuda continua a lo largo de toda la obra. Es tiempo y, por tanto, dinero. Es anticipación.
Uno de los mayores beneficios de contar con un proyecto (aunque existen muchos otros) es que podrás pedir presupuestos a diferentes empresas basados en esa documentación y así comparar entre iguales. Todas las constructoras valorarán los mismos metros de tabique, la misma cantidad de puertas, los mismos materiales en suelos, etc. Sin un proyecto, eso resulta inviable y la comparación se vuelve imposible.
Además, si existe un proyecto con alto grado de definición, la empresa constructora podrá empezar la obra sobre seguro. No tendrás que tomar decisiones importantes sobre la marcha en tiempo récord, con alto riesgo de confundirte, ni perseguir y supervisar todos los trabajos (sobre todo porque, generalmente, un proyecto incluye también un control de obra por parte del arquitecto para tú puedas despreocuparte al 100%, aunque de eso hablaremos más adelante).
Sabrás en todo momento que, si algo no aparece en el proyecto, supondrá un sobrecoste. Tendrás un control total.
3 Y también un seguimiento o dirección de obra
FUNDAMENTAL. Si quieres evitar sobrecostes, además de contar con un proyecto, es altamente recomendable que, el equipo que haya diseñado la documentación, esté pendiente de la obra. De esta manera, cualquier duda, cambio o problema que pueda surgir (que, avisamos, en una obra siempre los hay) estará supervisado, controlado y gestionado de la mejor manera posible para que no suponga un incremento en el presupuesto.
Los profesionales que realizan la dirección de obra se encargan de que todo se ejecute según los planos del proyecto, de que no se produzcan desviaciones y que no se cambien las calidades de los materiales ya elegidos de antemano. Se trata de una labor importantísima para que el precio no se desvíe.
4 Firma un presupuesto y un contrato antes de empezar la obra
Una vez tengas en tus manos el proyecto completo, podrás solicitar presupuestos a las diferentes empresas constructoras. Antes de aceptar al finalista, revisa que contenga toda la información detallada, que no falte nada y que el número final sea realmente final. Que no existan lagunas ni partidas sin definir. En resumen, que no haya que sumarle extras por el camino. Cuando eso esté claro (es muy importante), exige la firma del mismo, así como la de un contrato que te proteja tanto a ti como a tu dinero. En él se pueden reflejar tiempos, fraccionamiento de pagos, compromisos de ambas partes, etc.
5 Guarda un extra para posibles imprevistos
En una obra es difícil que no surja ningún imprevisto. Si se trata de una reforma, porque durante la misma pueden aparecer problemas que estaban ocultos pero deben resolverse (viejas instalaciones, estructuras dañadas…). Si se trata de una nueva construcción, las sorpresas las puede dar, por ejemplo, el terreno. Por eso es aconsejable que, antes de empezar, reserves un porcentaje del presupuesto total que habías calculado para que, en caso de ser necesario, puedas afrontar un gasto extra sin tener que renunciar a otras partidas ya aprobadas. La previsión es clave. Si finalmente sale todo según lo pronosticado, siempre podrás invertir esa cantidad en algún capricho para tu nueva casa o bien reservarlo para cualquier otra ocasión.
6 Evita realizar cambios durante la obra
Los cambios no son amigos de los presupuestos. A veces surgen a causa de problemas inherentes a la obra (como los que comentamos en el punto anterior), pero lo más sensato es que procures que el proyecto quede a tu gusto antes de empezar. Cuántas menos modificaciones realices una vez comenzados los trabajos, y menos decisiones debas tomar, menos opciones tendrás de generar sobrecostes indeseados.
Los cambios importantes pueden trastocar el transcurso de la obra, pero también afectar a elementos que, a simple vista, no se intuían. Si llegado el momento te encuentras en una situación similar, estúdialo tanto con el equipo de obra como con el de diseño para encontrar entre todos la solución más factible y económica.
Sin embargo, no todos los cambios son negativos. Muchas veces, en obra se pueden tomar decisiones que ayudan a rebajar el importe final de la misma. El equipo que realiza la dirección puede encontrar soluciones alternativas que no se habían valorado durante la fase de proyecto, o enfrentar un problema de manera creativa para convertirlo en una fortaleza.
7 No te olvides de tasas ni licencias
Para terminar, las grandes olvidadas. Las obras deben notificarse en Ayuntamientos, Colegios de Arquitectos, etc. lo que siempre implica el pago de las tasas correspondientes. ¡Tenlo en cuenta desde el principio para que no te pille por sorpresa!
Y por último, pero no menos importante, si estás a punto de empezar una obra, no olvides disfrutar del proceso :)
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