Puertas: todas las preguntas que debes hacerte antes de elegirlas
¿Estás pensando en renovar las puertas de tu casa? ¿Estás en plena reforma y dudas sobre qué puertas elegir? En este post te contamos todas las preguntas que respondemos antes de diseñar las de nuestros proyectos.
La importancia de una puerta
En una casa las puertas juegan un papel fundamental: delimitan espacios, conducen los recorridos, decoran o pasan desapercibidas, filtran la luz natural…
Pero además, nos reciben. Son el primer contacto con cualquier hogar, el primer umbral que traspasamos. Al que, con toda probabilidad, le seguirán más. Por eso, en nuestros proyectos, siempre les dedicamos mucha atención.
En una casa existen numerosos tipos de puertas. Los muebles tienen puertas, las cocinas, los armarios y las duchas también. Pero hoy nos centraremos en las primeras de la lista, es decir, las puertas de paso.
Partes de una puerta
Antes de empezar, haremos un resumen rápido de las partes de una puerta de paso estándar, a modo de guía, para que conozcas todos los términos que vamos a utilizar en este post:
Premarco (1): es la estructura oculta que funciona de unión entre la puerta y los tabiques (0). La que aporta estabilidad y sujeta el conjunto.
Marco (2): se trata de la siguiente capa que necesita una puerta. Se sujeta al premarco y oculta su perímetro interior. Es el bastidor que se ve, cuando abrimos la puerta, entre el hueco de paso y la pared, .
Hoja (3): la parte móvil de una puerta, la pieza que nos permite abrir o cerrar una estancia.
Tapeta o moldura (4): son los embellecedores que tapan el premarco (porque, aunque este se remate con yeso, no suele quedar perfecto) así como la unión entre el premarco y el marco.
Después de la teoría, ahora sí, te contamos a continuación todas las preguntas que nos hacemos (y que tú también deberías), antes de elegir las puertas de una casa. Nuestro mejor consejo es que no desatiendas su diseño, pues notarás la diferencia:
Pregunta 1: ¿qué tipo de apertura elegir?
La apertura de una puerta no es irrelevante. Dependiendo del uso y tamaño de la habitación, pero también de la propia puerta, funcionará mejor un sistema u otro. Los más comunes son:
Puertas abatibles (A): aquellas que giran respecto a uno de sus lados, es decir, las de siempre. Perfectas para aislar espacios y crear intimidad.
Puertas correderas (B): las que se deslizan paralelas a la pared. Tenemos tanto que decir sobre ellas, que incluso les hemos dedicado un post completo que puedes leer aquí. Las utilizamos para espacios pequeños, en los que una puerta abatible ocupa demasiado, o para separar estancias concatenadas en las que no se necesita privacidad, pues suelen tener peor insonorización que las abatibles.
Puertas pivotantes (C): a diferencia de las abatibles, el eje de giro está desplazado hacia un lado. Se utilizan cuando la puerta es demasiado grande para girar apoyada en un extremo.
Puertas plegables (D): como su nombre indica, aquellas que se abren plegándose sobre sí mismas. Nos gustan cuando se necesita una puerta de dimensiones muy grandes que se abra al completo, pero no hay espacio para utilizar una corredera.
Pregunta 2: ¿de qué materiales pueden ser las puertas?
Esta es la pregunta más fácil y difícil a la vez. Porque lo habitual es que las puertas interiores sean de madera, pero la realidad es que pueden fabricarse de casi cualquier material, ¡incluso de hormigón!
En una casa, lo habitual es que las elijas de madera por su versatilidad, su aspecto y también su precio, pero puedes combinarlas con puertas de estructura metálica y vidrio en zonas más especiales, que requieran menor intimidad, conexión visual o luz natural, tal y como diseñamos en las casas GV22 y N4. Aunque si el metal no te encanta y prefieres mayor calidez, se puede conseguir un efecto similar, pero con los marcos más gruesos, en madera y vidrio.
Eso sí, siempre que puedas, te aconsejamos que si estás pensando en cambiar las puertas de tu casa, las encargues a un artesano experto (carpintero, metalista…). Su calidad será muchísimo mayor y su aspecto infinitamente mejor. Las fabricará a medida y durarán una eternidad.
Pregunta 3: ¿del mismo color que la pared o diferente?
Esta decisión dependerá de muchos aspectos, pero diríamos que el principal es el material del suelo. Este será determinante para elegir el acabado de las puertas. Cada proyecto es diferente y, como siempre decimos, deberá estudiarse con detalle, pero si no quieres confundirte, puedes elegir puertas en el mismo color que la pared para suelos de madera, y puertas de madera en suelos fríos (piedras, porcelánicos…) para añadir más calidez en tu vivienda. Aunque en este último caso lo mejor es que seas comedido, pues un exceso de puertas de madera con rodapiés y marcos de madera pueden llegar a asfixiar el espacio.
Nosotros siempre buscamos un equilibro entre el material del suelo y el de las puertas (tanto de armarios, de cocina como de paso, e incluso también con las ventanas) para que el resultado final sea armónico. Busca coherencia y no intentes elegir muchas soluciones diferentes, unifica y diferencia solo aquellas puertas que sí o sí deban destacar. Aunque en la mayoría de ocasiones, con el simple hecho de cambiar la dimensión o proporción de la puerta será suficiente sin necesidad de añadir otro material.
Pregunta 4: ¿con marco o sin marco?
Las puertas con marco oculto (o sin marco) se integran en la pared pasando inadvertidas, simplemente se perciben por la holgura que existe entre la hoja de la puerta y la pared, y por su manilla si la llevan. Necesitan planificarse de antemano, porque su montaje es diferente al de una puerta con marco. Requieren una estructura especial para que los encuentros entre la puerta y la pared queden perfectos, evitando grietas en el futuro en esa zona. En nuestro proyecto en Ámsterdam, la casa S48, diseñamos una puerta invisible, sin marco, sobre la que añadimos también el mismo rodapié de la casa para que se integrase todavía más (pronto podremos enseñar el resultado).
Las puertas con marco son las de siempre, pero no por ello tienen menos posibilidades. Puedes jugar con el tamaño del marco, su forma y su material. Un recurso que funciona muy bien es que marcos y rodapié guarden la misma estética y sean una continuación los unos de los otros. Así, todo en la vivienda hablará el mismo lenguaje.
Pregunta 5: ¿qué altura de puerta elegir?
La siguiente pregunta que debes hacerte, en especial si estás afrontando una reforma, es la altura de tus puertas. Esta dependerá de la altura de techos que tenga tu casa, por tanto deberás estudiar cuál es la mejor proporción entre ambas. Lo estándar es que las puertas tengan 2.03 metros de alto, aunque en nuestros proyectos, si la altura libre lo permite, siempre intentamos ampliarla.
Si tienes un presupuesto holgado también puedes plantearte que las puertas vayan de suelo a techo. Con este recurso conseguirás una continuidad espacial mucho mayor, pues cuando están abiertas se verá el techo pasar de una habitación a la otra, ganando de este modo mucha amplitud.
Por último, también puedes combinar diferentes alturas, dependiendo del uso de las puertas. Aunque te aconsejamos que seas comedido en esto, pues el efecto de encontrarse muchas puertas diferentes en un mismo espacio (por ejemplo un pasillo) añade demasiado ruido.
Como resumen, podemos decirte que elijas todas las puertas de la misma altura y reserves, si algún espacio de tu casa lo pide, alguna de ellas más alta para crear un punto de atención. En nuestra casa GV22 lo hicimos así en el salón, con dos puertas gemelas, de suelo a techo, a ambos lados del mueble a medida blanco.
Pregunta 6: ¿lisa o moldurada?
Para terminar, la última pregunta que nos hacemos cuando diseñamos las puertas de un proyecto es si encajan mejor lisas o molduradas. Existe la falsa creencia de que las puertas lisas son mucho más modernas y contemporáneas, mientras que las molduradas añaden una capa clásica o antigua a las casas. Pero esto no siempre es así.
Una puerta lisa suele ser más económica y lo cierto es que con ella no te confundirás, pues se integra en la mayoría de espacios. Es neutra y atemporal, se limpia con facilidad y se integra con la mayoría de estilos. Si además optas por una puerta que replique con exactitud el mismo color y acabado de las paredes, lograrás que se vuelva muy especial. Pero si quieres ir un paso más allá, puedes añadir una moldura sencilla que dialogue con otros elementos de la casa para aportar un extra de personalidad y textura a tus paredes.
En resumen…
En este post te contamos todas las preguntas que nos hacemos antes de elegir o diseñar las puertas de una casa: lo primero que debes hacer es decidir el tipo de apertura (abatibles, correderas…), después el material y por último su forma o diseño (altura, con marcos o sin ellos…). No te quedes en la superficie y piensa en cada una de las situaciones que se dan en tu vivienda.
Las puertas visten cualquier interior y prestarles atención hará que el aspecto general mejore significativamente :)
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