Sistemas de calefacción: todo lo que necesitas saber
Tras la ola de frío polar que hemos vivido durante los últimos días nos resulta inevitable pensar en cómo calentar (bien) nuestras casas. Por eso, a continuación, la guía que necesitas para elegir el mejor tipo de calefacción para tu hogar.
Bendita calefacción. Qué haríamos sin ella los meses más fríos del año. Los inviernos se volverían eternos y las casas serían menos casas. Nada mejor que una noche de nieve con fuego y leña dentro, mantas y buena compañía.
Pero llegado el momento de decidir, las opciones se multiplican. ¿Gas? ¿Suelo radiante? ¿Gasoil? ¿Radiadores? ¿Electricidad? Cuando pensamos en sistemas de calefacción para casa nos encontramos ante un mar de posibilidades tan amplio que decantarse por una única solución ganadora puede resultar extenuante. Son muchos los factores que entran en juego: el clima, la orientación de la vivienda, su aislamiento, el tipo de energía… Pero, para que no te vuelvas loco, a continuación te contamos, de forma resumida, los principales sistemas con sus pros y contras:
Primera decisión: qué energía elegir
¿Tienes que decidir en los próximos meses, o quizás semanas, qué sistema de calefacción elegir para tu casa? Antes de cualquier otra cosa, lo primero que debes valorar es qué energía se adapta mejor a tus necesidades. Las más habituales en son:
Electricidad
PROS: Su instalación es muy sencilla y no precisa de grandes obras, tan solo una buena conexión a la red eléctrica. Fácil. Además, no requiere mantenimiento alguno y el aporte de calor es muy rápido si eliges un buen emisor (hablaremos de ello en el siguiente apartado).
CONTRAS: El precio de la electricidad casi siempre se encuentra al alza, por lo que un sistema de calefacción eléctrico se reflejará en una factura de luz más elevada.
CUÁNDO ELEGIRLA: Es perfecta para climas templados que no requieren un uso intensivo de la calefacción, o para segundas residencias en las que no se desea realizar una gran inversión. También resulta cómoda si necesitas instalar un sistema de calefacción en casa pero no quieres complicarte con obras, o prefieres una única factura que aglutine la mayoría de consumos del hogar: agua caliente, luz, calefacción…
Gas natural
PROS: Sin duda, el sistema más cómodo. Con una única caldera de dimensiones reducidas (que cabe dentro de un módulo de cocina), obtienes agua caliente y calefacción en cualquier momento del día. Tiene un alto poder calorífico (que se traduce en un menor consumo para la misma cantidad de calor emitido en comparación con otras energías) y su precio, a día de hoy, es menor que el de la electricidad.
CONTRAS: Es imprescindible que tu vivienda tenga acceso a la red de gas natural de la ciudad, algo que, por desgracia, todavía no ha llegado a todo el mundo (las zonas periféricas suelen ser las grandes olvidadas). Requiere además una instalación profesional así como revisiones periódicas (de pago) que aseguren el buen estado del sistema.
CUÁNDO ELEGIRLO: Si tu casa tiene conexión a la red de gas y no te importa realizar una inversión inicial elevada, sabiendo que la amortizarás en unos años, es tu mejor opción. Se trata de una energía cómoda, rápida y de consumo moderado.
Gasoil
PROS: Se trata de una razonable alternativa al gas si tu vivienda no dispone de conexión a este último. Por otra parte, también resulta interesante si quieres controlar exactamente lo que consumes, porque tú serás el encargado de comprar el combustible, sin depender de la tarifa de una compañía externa que, generalmente, cuenta con un consumo mínimo.
CONTRAS: Este tipo de calefacción necesita un gran depósito donde almacenar el gasoil. Combustible que, además, es bastante más caro y contaminante que el gas natural.
CUÁNDO ELEGIRLO: Resulta perfecto para viviendas unifamiliares sin acceso al gas ciudad, pero con necesidad de un sistema de calefacción potente que garantice una temperatura mínima de confort durante los meses más fríos del año.
Energías renovables
PROS: La mayor ventaja, por descontado, la encontramos en su propio nombre. Son energías no contaminantes, responsables con el medio ambiente. Dado que la lista de opciones es larga, haremos una mención especial a la aerotermia, poco conocida pero muy, muy interesante, que deberías valorar si tienes pensado construir una casa de obra nueva ;)
CONTRAS: En general, el precio de la instalación es muy elevado (aunque con los años se amortiza, suele determinar la decisión de optar o no por estos sistemas). También debes tener en cuenta que algunas de las energías renovables (como la solar o la biomasa), en ocasiones, no producen suficiente potencia como para calentar de forma óptima una vivienda al completo y, por tanto, se utilizan solamente como apoyo a los sistemas convencionales (de forma que su incorporación supone un ahorro en el consumo final).
CUÁNDO ELEGIRLAS: En los proyectos de obra nueva, al menos en España, resulta obligatorio incluir algún sistema renovable de apoyo (por ejemplo solar). Si además no te importa realizar una inversión inicial elevada, para después olvidarte de los consumos y, por supuesto, colaborar con el medioambiente, la aerotermia o geotermia resultarán perfectas.
Segunda decisión: qué emisor de calor elegir
Una vez has decidido qué energía se adapta mejor a tu situación (inversión, necesidades, ubicación geográfica…), debes continuar con el siguiente paso: cómo te gustaría recibir (y percibir) el calor en casa. Las sensaciones son importantes, siempre insistimos en ello. Y la percepción del calor puede -casi siempre- elegirse, en especial si vas a construir una casa de obra nueva. El funcionamiento de la calefacción dependerá no solo de la energía, sino también de qué elemento emite el calor. Estos son los más comunes:
Radiadores (de agua o aceite)
PROS: Los radiadores, al ser metálicos, ofrecen un calor casi inmediato y apenas necesitan mantenimiento (*nota: si optas por un modelo eléctrico, que sea de aceite para que guarde el calor más tiempo una vez apagado). Además, excepto que apuestes por modelos de diseño muy específicos, su precio es razonable y su instalación, relativamente sencilla (precisarás ayuda profesional para circuitos de agua, necesarios en sistemas de gas o gasoil).
CONTRAS: El calor que emiten los radiadores se encuentra focalizado, la temperatura disminuye en el espacio conforme nos alejamos de los aparatos. Por tanto, no es uniforme en toda la vivienda. Por otra parte, ocupan espacio. Si su posición no se estudia a conciencia, pueden arruinar la distribución de una habitación.
CUÁNDO ELEGIRLOS: Son la solución más habitual, por tanto también económica y flexible. Resultan fáciles de incluir en una vivienda que necesita calefacción, pero también en una reforma u obra nueva. En el mercado podemos encontrarlos tanto para electricidad como para gas o gasoil.
Suelo radiante
PROS: Dado que se instala bajo el suelo de toda la vivienda, produce un calor uniforme de alto confort térmico (no necesita alcanzar altas temperaturas para atemperar esquinas alejadas). Gracias a ello, su consumo es menor que el de una calefacción de radiadores y también puede utilizarse como refrigerante en verano. Además, es “invisible” y no ocupa espacio.
CONTRAS: Se trata del sistema más complicado de instalar, pues necesita sí o sí mano de obra. Perfecto para viviendas de nueva construcción, pero algo más complejo y costoso de implantar en reformas debido a su espesor (con la excepción de los sistemas eléctricos, que apenas ocupan milímetros). Por último, y no menos importante, esta solución nos exige ser cuidadosos con el pavimento elegido, tanto para que no se estropee con las elevadas temperaturas, como para que la calefacción no pierda eficacia.
CUÁNDO ELEGIRLO: Como ya avanzamos, resulta una opción muy lógica en casas de obra nueva, donde su ejecución es más fácil (y económica) que en una reforma. Si además buscas confort térmico y calor uniforme, es para ti.
Equipos de aire
PROS: Se pueden utilizar tanto para calentar como para enfriar la vivienda y, al igual que con el suelo radiante, pueden resultar muy discretos si se opta por un sistema de conductos ocultos en el falso techo (como sucede en la mayoría de hoteles).
CONTRAS: Los equipos de aire suelen instalarse cerca del techo, provocando que el aire caliente se acumule en la parte alta de las estancias, produciendo así la sensación poco confortable de “pies fríos”. Necesitan, además de los equipos interiores, máquinas exteriores (lo sabrás si tienes splits de aire acondicionado en casa) y su rendimiento con temperaturas exteriores muy bajas puede caer en picado.
CUÁNDO ELEGIRLOS: En climas cálidos, en los que se utiliza más el aire acondicionado que la calefacción, pueden resultar una buena alternativa para evitar una instalación completa de radiadores.
Estufas o chimeneas
PROS: La sensación de hogar que produce el fuego, muy poco comparable con cualquier otro sistema de calefacción de esta lista y su alto poder calorífico son sin duda las dos grandes ventajas de las estufas y chimeneas.
CONTRAS: Al igual que sucede con los radiadores, pero con efecto multiplicado, el calor que emiten se concentra en el punto en el que se encuentran, lo que genera grandes contrastes térmicos en la vivienda. Para que puedan funcionar, debemos contar siempre con provisiones a mano así como un lugar donde almacenarlas (la leña o los pellets para todo un invierno ocupan gran espacio). Son muy románticas, pero necesitan mantenimiento y limpieza diaria para que no se obstruyan, así como cierta ventilación que evacúe los humos producidos por la combustión. Ah, y también generan polvo ambiente. Pero a pesar de todo… merecen la pena :)
CUÁNDO ELEGIRLAS: Siempre que tu vivienda cuente con tiro de chimenea, te animamos a ello, pero procura que no sea la única fuente de calor en casa.
Conclusión
Somos conscientes de que la elección del mejor sistema de calefacción no es fácil, pues este influirá de manera determinante en cómo nos sentiremos en casa, al menos durante los meses más fríos del año. Por eso te aconsejamos que te informes, pidas consejo experto, pero también te guíes por tu intuición. Nadie sabe mejor que tú cuáles son tus preferencias, tu forma de vivir y disfrutar tu hogar, tus horarios…
En este post hemos hecho el esfuerzo de resumir y agrupar los sistemas más comunes que se utilizan en construcción para que llegado el momento, conozcas las diferentes opciones y establezcas prioridades. Esperamos, entonces, que te acuerdes de nosotros :)
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Imagen 1: Nune / Imagen 2: Norm Architects / Imágenes 3 y 4: Apartment Therapy / Imagen 5: Janniche Kristoffersen / Imagen 6: Liljencrantz Design