¿Es posible una casa sin rodapié?

 

La pregunta del millón tiene una respuesta sencilla: sí, es posible una casa sin rodapié. Y hoy vamos a contarte cómo, porque tiene truco.

Los rodapiés son los grandes odiados (y olvidados) de las reformas. No en vano, una de las preguntas que más recibimos (casi a diario) es si se puede prescindir de ellos.

Por eso, a pesar de haber escrito un post dedicado íntegramente a los tipos de rodapié que existen y sus usos, hemos decidido ampliar la información para profundizar sobre este tema que tanto interesa.

¿Es posible una casa sin rodapié?

Por supuesto, es posible. Es tan fácil como no colocarlo, pero ¿qué supone esta decisión?

  1. Que el encuentro entre el suelo y las paredes debe ser perfecto: una línea limpia, recta, bien ejecutada. En ese punto no pueden existir holguras, ni separaciones en las que pueda acumularse la suciedad (a no ser que busques, claro está, una estética rústica o intencionadamente descuidada).

  2. Que las paredes no deben ensuciarse con la limpieza diaria. El uso continuado de fregonas, aspiradoras, etc. estropea las partes bajas de las paredes si estas no están bien protegidas o no son de un material resistente e impermeable. ¿Imaginas pasar una fregona directamente sobre las paredes de tu casa semana tras semana? El resultado puede ser atroz.

Entonces, ¿cuál es la solución?

Si te encuentras dentro de ese grupo de lectores que prefiere que los rodapiés desaparezcan de su vida (en lugar de querer resaltar su presencia, como explicamos en el post de molduras y zócalos), y te preocupan los dos puntos del apartado anterior, te contamos a continuación qué debes tener en cuenta para conseguir una casa sin rodapié:

1 Material de las paredes

Deben ser resistentes, a prueba de manchas y golpes para que no se deterioren con rapidez (puesto que no habrá rodapié que las proteja). Esto supondrá, en la mayoría de casos, la elección de un revestimiento que tendrá un precio más elevado que el de una pintura plástica estándar, pues todo lo que se aleje de las soluciones convencionales incrementará el presupuesto (en mayor o menor medida). Aunque en cierto modo podrás compensarlo porque estarás ahorrando la instalación del rodapié.

Estos son algunos de los materiales que mejor resisten sin él:

  • Estucos y microcementos: perfectos para reformas ya que se aplican con facilidad sobre las paredes existentes. Son revestimientos muy finos (alrededor de 3 mm de espesor), de rápida instalación y resistentes tanto a la suciedad como a la humedad. Por tanto, con ellos, la zona del rodapié quedará mucho más protegida que con una simple pintura y podremos prescindir de él.

  • Morteros de cal, enlucidos o similares: a pesar de tratarse de técnicas tradicionales (comunes en los pueblos mediterráneos, tanto en exteriores como interiores), se están recuperando en muchos proyectos de obra nueva y reforma, pues son económicos en comparación con los microcementos y aportan grandes dosis de carácter a cualquier espacio.

  • Panelados: revestir las paredes tanto de madera natural, como de MDF lacado o incluso melaminizado las protegerá frente a la suciedad, los golpes y las rozaduras. Para que nos entendamos, sería como colocar un rodapié enorme desde el suelo hasta techo. La oferta de acabados es muy amplia, pero generalmente se utiliza de forma puntual para que el precio no se dispare.

  • Ladrillo visto o piedra: la solución más difícil de incorporar en reformas a no ser que la casa cuente con paramentos de estos materiales en su origen. Sin embargo, en viviendas de obra nueva se podrían pensar desde el principio los muros de la casa en ladrillo visto o piedra, ambos acabados muy resistentes que nos permiten prescindir del rodapié.

  • Porcelánicos o materiales sintéticos: seguramente los más resistentes de la lista, pero también los que menos nos imaginamos colonizando toda la casa, pues el aspecto general resultaría demasiado frío. Para un baño o cocina están bien pero, sinceramente, a priori no acabamos de visualizar, por ejemplo, un salón con todas sus paredes así.

Rodapié ¿sí o no?: usos y tipos

2 Material de los suelos

Para evitar el uso del rodapié, además de buscar un material resistente en las paredes, debes elegir un suelo que tenga dilataciones mínimas (es decir, que los cambios ambientales, en especial la temperatura, no hagan que su volumen se incremente o se reduzca). De esta forma podrá instalarse tocando la pared, sin ninguna separación. Los mejores para no tener que colocar rodapié son:

  • Suelos porcelánicos: hablamos sobre ellos largo y tendido en el post de los mejores suelos para la cocina pero, resumiendo, son muy resistentes y puedes encontrar en el mercado infinitos acabados, tamaños y modelos de un rango de precios muy variado. Por eso, te resultará muy fácil elegir uno que encaje con tus necesidades.

  • Suelos de hormigón: más apropiados para proyectos de obra nueva porque ocupan un espesor elevado. Aunque, una vez instalados, te olvidas para siempre de su mantenimiento. Lo idóneo es que cuenten con juntas de dilatación intermedias para evitar grietas futuras, aunque eso es algo difícil de controlar al 100% y debes asumir, si eliges esta solución, que lo más probable es que aparezcan. Forman parte de su belleza ;)

  • Otros suelos continuos con juntas: existen alternativas al hormigón con acabados menos industriales, como por ejemplo el terrazo, que también destacan por su resistencia. Igual que antes, lo normal es que necesiten juntas de dilatación para evitar grietas en la medida de lo posible.

  • Suelos de piedra: el material noble por excelencia junto con la madera. Al tratarse de un material pétreo, al igual que en los casos anteriores, sus dilataciones con mínimas y puede colocarse tocando las paredes de casa sin necesidad de dejar una holgura para posibles dilataciones.

  • Suelos textiles: de uso poco extendido en España, las moquetas son también una opción para tener en cuenta en caso de que quieras un suelo sin rodapié. Tienen algunos inconvenientes por todos conocidos, pero también ventajas como la gran variedad de materiales y acabados (desde fibras naturales como la lana o el sisal hasta soluciones sintéticas más resistentes), la facilidad de instalación o el poco espesor que ocupan.

3 Suelos de madera sin rodapié

Si a pesar de todas las opciones anteriores sigues pensando que lo que necesita tu casa es un suelo de tarima de madera, puedes optar por una solución intermedia para evitar el uso del rodapié tradicional: un perfil muy pequeñito, esquinero, que puede ser incluso del mismo color que el suelo para que pase todavía más desapercibido. Este sirve para ocultar la holgura de la madera pero no para proteger la pared. Por tanto, lo óptimo será que si eliges esta forma de resolver el encuentro seas muy cuidadoso con el acabado de los paramentos.

Por supuesto, nada es imposible y existen soluciones constructivas alternativas, más complejas, que permiten resolver este encuentro de manera elegante evitando perfiles y rodapiés. Pero como siempre decimos, cada obra es un mundo y lo mejor es que consultes y valores todas las alternativas con los especialistas encargados de tu proyecto, pues serán ellos quienes mejor te asesoren :)

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Conclusión

La decisión de no utilizar rodapié en una casa responde, en gran medida, a razones estéticas. Si odias este elemento funcional, debes ser consciente de que tendrás que prestar mucho cuidado al encuentro entre el suelo y las paredes para que, con el tiempo, no acabe hecho un desastre. Por eso la elección de los materiales es clave. Elige una combinación con la que te encuentres cómodo, que encaje con tu forma de vivir y tus gustos, y lo demás será historia.

¿Alguna vez te has planteado retirar el rodapié de tu casa?

H

Imagen 1: Daytrip Studio / Imágenes 2 y 3: Tham & Videgård Arkitekter / Imagen 4: Of Possible / Imágenes 5 y 6: Andrew Trotter / Imágenes 7 y 8: Danielle Siggerud

 
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