El mueble de baño perfecto

 

¿Se acerca el momento de renovar tu baño? Te contamos cómo debes elegir la pieza principal, es decir, el mueble del lavabo, para que sea práctico pero también bonito.

Los baños son una de las estancias de las casas que más sufren. Acumulan humedad y calor a diario: dos grandes enemigos de los muebles, que se deterioran y envejecen con el paso de los años a mayor velocidad que en otras habitaciones.

Si el mueble de tu lavabo presenta síntomas (piezas despegadas o rotas, juntas sucias…) o simplemente te has aburrido de su diseño, puede que haya llegado el momento de sustituirlo. Solo con este cambio tu baño parecerá otro, pues esta pieza es siempre un elemento clave. Configura en gran medida cómo percibimos este espacio y merece la pena detenernos en su diseño, no elegirlo al azar: lo utilizamos a diario y, además de bonito, debe resultar 100% práctico.

En nuestros proyectos, el mueble del baño siempre lo diseñamos a medida para exprimir al máximo los metros disponibles, pero también garantizar que esté bien fabricado y dure para siempre. Sin olvidarnos, por supuesto, de que su estética esté alineada con el resto de la vivienda y los gustos personales de cada cliente.

Una vez has decidido que quieres cambiar el mueble de tu lavabo, lo siguiente es pensar en cómo debe ser. A continuación te contamos las opciones más comunes para después explicarte nuestra favorita.

¿Mueble de baño con almacenaje o sin almacenaje?

La pregunta parece que tiene fácil respuesta, ¿verdad? Seguro que estás pensando que, obviamente, con almacenaje. Pero hay situaciones en las que no se puede o, directamente, no interesa.

Por ejemplo, en un aseo pequeño de visitas, que no tendrá un uso excesivo, lo más probable será que un lavabo sin almacenaje libere el espacio y ayude a que se sienta menos apretado. Con una balda sencilla o una estructura metálica será suficiente para no recargar.

Sin embargo, en un baño principal, la cosa cambia. Es aquí donde guardamos generalmente todos los productos de aseo y tocador (que suelen ser muchos). Y, en ocasiones, también las toallas dobladas. Por eso necesitamos capacidad. Si te encantan los lavabos sin mueble, pero no tienes un armario o pieza auxiliar donde guardar todo lo que necesitas, no resultará nada práctico: terminarás incluyendo cajoneras, cestas o simplemente acumulando botes sobre la encimera. Es importante que evites la sensación de desorden en el baño.

¿Con cajones o puertas?

Si tu baño tiene un tamaño estándar (alrededor de 4 o 5 m2) y el único elemento de almacenaje con el que cuentas es el mueble del lavabo, te aconsejamos que tenga cajones. Con ellos aumenta la capacidad en relación con las baldas y son más prácticos en el día a día, porque al abrirlos podemos ver todo el contenido de un simple vistazo (sobre todo si está muy ordenado).

Sin embargo, si tu baño es pequeño y necesitas un lavabo estrecho, lo mejor es que el mueble tenga puertas, pues los herrajes de los cajones ocupan y con ellos se reduciría demasiado el espacio útil de almacenaje.

Podrías combinar ambos (cajones y puertas), pero en este caso el diseño deberá estar muy estudiado para que resulte coherente y proporcionado. Por eso, si tienes dudas, lo mejor es que optes por una única solución. Así acertarás seguro.

Baños: combinaciones de acabados que funcionan

¿Mueble apoyado en el suelo o suspendido?

Siempre que puedas, separa el mueble del baño del suelo. Sí, sabemos que los muebles que llegan al suelo son bonitos-bonitos, pero seamos realistas, en un baño con uso intensivo nunca lo recomendaríamos. Por dos motivos fundamentales. El primero es que cuanto menos expuesto esté a la humedad, mejor. Aumentarás su vida útil, no tendrás que preocuparte de mojarlo o no con la fregona y la limpieza resultará mucho más fácil. Y segundo, por cómo tendemos a utilizar estos muebles. Normalmente nos aproximamos mucho para vernos en el espejo, y si podemos dejar los pies debajo en lugar de contra el rodapié del mueble, la tarea será mucho más fácil pues estaremos más cerca y no nos chocaremos.

Un opción intermedia, si a pesar de todo quieres que tu mueble llegue hasta el suelo (o no puedes hacerlo de otra forma por la distribución de las tuberías), es que el rodapié se retranquee lo suficiente y tenga la altura necesaria como para que entren los pies con comodidad.

Parece una reflexión tonta, pero si has estado en un baño con el mueble hasta el suelo habrás comprobado que no resulta demasiado cómodo. Así que, si estás pensando en sustituir el tuyo, este es uno de los mejores consejos que te podemos dar :)

SELECCIÓN DE ACCESORIOS DE BAÑO

¿Y qué hago con las toallas?

La última pregunta y la más difícil. Si podemos evitar colocar los toalleros en el frente del mueble, lo haremos. Ya está dicho. Porque una toalla descolocada genera desorden y lo normal en una casa, seamos sinceros, es que no estén perfectamente dobladas (en las puertas del mueble captarán toda la atención en lugar de pasar desapercibidas). Por eso, si puedes encontrar cualquier otra posición, seguro que funcionará mejor.

Te damos algunas ideas: si tu mueble del lavabo no se encuentra entre dos paredes, puedes utilizar uno de los costados, o los dos, para colocar los toalleros. Incluso estando entre tabiques, diseñar el mueble ligeramente más pequeño para dejar hueco en los laterales resultará una buena idea (tal y como hicimos en el baño principal de la Casa GV22). También puedes aprovechar elementos que ya existen en el baño, como el tirador de la mampara de ducha. Si está colocado en horizontal en lugar de vertical, y además se encuentra cerca del lavabo, resultará perfecto. Si por el contrario tu lavabo no tiene mueble, una barrita debajo siempre es una alternativa elegante. Por último, la solución más clásica, pero no por ello menos acertada, esto es, colocar las toallas de mano en las paredes laterales sobre la encimera (como puedes ver en uno de los baños de la Casa N4).

SELECCIÓN DE TOALLEROS

El diseño perfecto para el mueble del baño

Lo cierto es que el diseño perfecto para cada baño dependerá de muchos factores: su tamaño, su forma, la ubicación de los aparatos sanitarios, el propio uso del baño… Pero si tuviéramos que elegir una combinación ganadora, que funcionase en la mayoría de casos, la elegida sería esta:

Un mueble de baño con almacenaje en forma de cajones para ganar en capacidad y tenerlo todo ordenado, de proporción horizontal, separado del suelo alrededor de 25 cm, con alguna de las combinaciones de materiales de las que hablamos aquí, y los toalleros bien escondidos en los laterales :)

¿Coincides con nosotros?

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